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__G N O T H I__S A U T O N__

Conexión divina

* CoNeXiÓn DiViNa *

¿Cual es el método de conexión con dios del cristianismo: rezar en la iglesia, rezar en casa?...en la absoluta mayoría de los casos la respuesta de estos rezos es un auténtico y aterrador silencio: dios calla, ¿o tal vez no sirva el método utilizado?...

¿De verdad que tomando la hostia sagrada en una iglesia tomamos el cuerpo de Cristo, es esta la comunicación con dios? ¿y por qué el vino sagrado lo toma sólo el sacerdote y no también los feligreses, es el vino (alcohol) una vía acertada para la comunicación mística?...

¿Puede existir un método infalible de conexión con lo divino que no sea rezar, lo pudieron haber usado los cristianos, y quizás también otras religiones, hay pruebas de todo esto?...a estas últimas cuatro preguntas la respuesta es: sí.

CRISTIANISMO Y ENTEÓGENOS 

Por: José Alfredo Gonzalez Celdrán.
Licenciado en Filología Clásica.

        La moderna investigación sobre los usos antropológicamente reconocibles de diversas plantas psicoactivas ha establecido la innegable presencia de diversos enteógenos dentro de los rituales religiosos de las más variadas culturas. Fueron hongos psilocibios en Mesoamérica, Amanita muscaria en el Viejo Mundo y Norteamérica, ayahuasca en la Amazonia, y otros muchos ejemplos que reporta la bibliografía existente y que confirma la tesis de que las plantas con potencial psicoactivo fueron utilizadas desde muy antiguo para establecer contacto con el reino de lo divino, con los dioses o los espíritus ancestrales de cada pueblo; en suma, con la parte más trascendente de sí mismos.

    Sin embargo, lo que científicamente es un hecho contrastado para casi cualquier religión, no lo es tanto para las así llamadas Religiones del Libro: Cristianismo, Judaísmo e Islamismo, y la razón no es otra que la fe, una fe al margen de todo procedimiento científico. Cristianos, judíos y musulmanes creen en un ser inmanente a la creación, que la contiene y a la vez está por encima de ella, al que llaman Dios. Este Dios es a la vez un creador y un legislador, y la contemplación de su divinidad se halla terminantemente prohibida; es más, la contemplación de siquiera un atisbo de su divinidad, como le ocurrió a Moisés, depende única y exclusivamente de Su voluntad, nunca de la voluntad de Sus siervos. Es así que todo esfuerzo de los hombres por comunicarse con Dios es vano, ya que Dios elige a sus comunicandos y el momento en que más le place establecer la comunicación.
 
    Esta convicción teológica cierra el camino a la voluntariedad de la experiencia mística, que se constituye así en un arrebato sublime proporcionado por Dios sin que el afectado pueda ni siquiera rechazar la experiencia que se le ofrece, puede que muy a pesar suyo. Dios es, pues, una especie de benevolente tirano que no consiente a nadie abrir las puertas de su casa. Pero esto es justo lo contrario de lo que otros pueblos creen con respecto a sus dioses o espíritus, con quienes contactan a voluntad gracias al uso de una sustancia o práctica enteogénica, de manera que las puertas de estos dioses se hallan sencillamente abiertas para todo aquél que quiera atravesarlas.

    Por lo que atañe a nosotros, hombres y mujeres de Occidente, la negativa a aceptar la posibilidad de Dios por vía experiencial, y no sólo por la fe, parece en realidad una cuestión de dogma legal más que de esencia propia del Cristianismo. El primer Cristianismo, aquél más próximo a los años de Jesús, tenía el evidente carácter de una religión mistérica, igual que otras corrientes religiosas de la Europa de aquellos años, como los misterios de Mitra, de Isis, los Órficos o los de Eleusis. En ellas se ofrecía al iniciado la posibilidad de comprender desde dentro a su dios mediante una comunicación con él que solía implicar la ingesta de un enteógeno determinado, es decir, la predisposición espiritual y química del individuo para el trance místico. De este modo, los iniciados y participantes de cada credo no aceptaban por la mera fe las verdades que se le ofrecían, sino que saboreaban esa verdad por sí mismos, y finalizaban su experiencia no con la confianza (tal es el significado de la palabra fe) en la existencia de un dios, sino con la certeza de la existencia de ese dios o de esa vivencia espiritual.

    Los estudios de diversos autores (Ruck, Staples, Samorini, Heinrich...) plantean con argumentaciones poderosas que sin duda los primeros cristianos debieron tener esa posibilidad de comunión completa con su Dios-Jesús gracias a la utilización de algún enteógeno, presumiblemente ciertas variedades de hongos, y esta tesis viene apoyada, se quiera o no, con la propia iconografía religiosa. Mencionaré el más famoso de los ejemplos, aquél que todo aficionado al estudio de los enteógenos conoce sin la menor duda: la pequeña capilla de Plaincourault, en Francia, muestra a todo aquél que quiera visitarla un fresco, a la derecha del altar, en el que Adán y Eva se hallan respectivamente a la izquierda y derecha del Árbol del Conocimiento del Jardín del Edén. Pero este árbol no es un árbol cualquiera, y mucho menos el manzano que, a pesar de no figurar en el texto bíblico, todos hemos creído siempre que era. Se trata de un enorme ejemplar del hongo enteogénico Amanita muscaria, de cuyo tronco brotan ramas que, a su vez, son pequeñas amanitas. Los investigadores no enteogénicos tenderán a ver en el sombrero del hongo rojo con puntos blancos una representación del cielo estrellado o cualquier otro concepto que omita una referencia a la posibilidad de que los enteógenos pudieran alterar su consciencia voluntariamente para conectar con el inaccesible Dios de los dogmas. Pero el ojo inocente del observador desprovisto de prejuicios sólo verá un hongo, y se preguntará qué hace ese hongo ahí, en un contexto religioso y decorando el altar mayor de una iglesia, es decir, el lugar donde se ejecuta la ceremonia del sacramento eucarístico, donde los fieles reciben a Dios después de ingerir un trozo de pan, ni siquiera el vino que los evangelios prescriben como necesario para la correcta rememoración de la Última Cena, quizá porque el vino es un alterador de conciencia y el prejuicio dogmático prohibe la presencia de un alterador de ningún tipo durante el sagrado acto. El pan es transustanciado en cuerpo de Cristo, y este cuerpo transfiere al nuestro el don sagrado de la fe, de la confianza ciega, nunca certeza, en que Dios ha entrado en nosotros, lo cual no es sino una adaptación inocua del verdadero sacramento enteogénico, que implica el contacto directo con la divinidad.

    Y ¿por qué todo esto? ¿Por qué obviar el sentido común y apartar de los fieles la posibilidad de conocer a Dios más de cerca? ¿Por qué la negativa a hacer innecesaria la fe en provecho de la certidumbre? Ya Jesús nos dijo que la verdad nos haría libres, pero la verdad es correligionaria de la certeza, no de la fe, porque la fe es variada y depende tan sólo del objeto en que queramos depositarla. ¿Puede ser ésta la razón de que nuestro Cristianismo no sea ya enteogénico, que siempre ha resultado mucho más fácil dominar al ignorante que al instruido? ¿Se ha pretendido evitar que poseamos un conocimiento directo de Dios para así poder ejercer un control efectivo sobre nosotros? Son cuestiones de difícil respuesta sin duda, pero nada nos impide planteárnoslas, porque dudar es comenzar a aprender, y aprender es un camino que nos conduce directamente al conocimiento, y el conocimiento nos lleva a la verdad, que es precisamente lo que algún día nos hará, como Jesús prometió, verdaderamente libres.

MÁS PISTAS SOBRE EL MOSAICO DE AQUILEIA

MÁS PISTAS SOBRE EL MOSAICO DE AQUILEIA

El siguiente artículo está redactado en su totalidad por el creador de este Weblog, para cualquier sugerencia o aportación dirigirse al siguiente e-mail:

m1a5n3u@yahoo.es

Gnothi Sauton, Abril 2006.

El primer artículo que he dejado sobre Aquileia, hablando brevemente de su historia, termina con el siguiente e interesante párrafo:

“Ahora hagamos una parada ante un tesoro del arte y de la fe, el más precioso de la Basílica: el suelo del mosaico. Es el más ancho y más viejo suelo en el mundo occidental cristiano, es un ejemplo magnífico del arte Constantiniano. El mosaico se compone de diez alfombras separadas por las tiras con "girali" (las guirnaldas) de brotes y hojas de “Acanthus” (Acanto). La alfombra más grande, que cubrió el presbiterio es la occidental. Puede ser definida como catecismo a través de imágenes, pues cada imagen tiene importancia, vivacidad, la imaginación y la verdad de la fe, esas verdades que, en el año 313, podrían finalmente ser, libre y abiertamente, proclamadas a cada uno en público con alegría y sin más miedo de persecuciones”.

Voy a exponer en este breve ensayo, precisamente que dicho mosaico no es ningún “tesoro de la Fe” y mucho menos un “catecismo a través de imágenes”; de esa presumible fe cristiana por fin establecida, asumida y canonizada por aquel emperador visionario romano, Constantino. Un cuidadoso examen de la colección de dichas imágenes contenidas en el mosaico demuestra, muy al contrario, que no se trata de ningún catecismo cristiano oficial, ni de verdad de fe ninguna cristiana oficializada e institucionalizada tal como la conocemos hoy en día y a través de tantos siglos atrás.

El primer detalle que cabe señalar es la ocultación del mosaico por otro tipo de enlosado, tal como nos informa Franco Fabbro [1] en el excelente artículo precedente:

“En el siglo –IV- d. C. el suelo de mosaico de la sala norte fue completamente cubierto por el pavimento de una nueva iglesia, y sólo después de unos 1500 años, al principio del siglo –XX- los mosaicos de la primera iglesia cristiana de Aquileia fueron de nuevo desvelados. Estando el mosaico cubierto durante tan largo tiempo, no sufrió deterioro ninguno ni retoques por mano de otros artistas, preservando así una iconografía única del cristianismo temprano”.

Obsérvense dos detalles muy particulares: primero, el cambio ya citado de todas aquellas “diferentes iglesias esotéricas” perseguidas por el imperio romano, a la ya también citada oficialización e institucionalización de aquella pretendida iglesia exotérica y universal; todo ello, casualmente en el siglo –IV-. Y segundo, precisamente se habla del pavimento de una nueva iglesia que cubrirá casi para siempre [2] aquella inaudita colección de arte primigenio cristiano, casualmente de nuevo en el siglo –IV-.
No hay que ser muy inteligente para sospechar de las oportunas conexiones que eso conlleva, como se oficializó una sola iglesia exotérica, había que ir encubriendo los restos de otras iglesias alternativas esotéricas, y no por alternativas o esotéricas menos válidas o verdaderas. Nada más fácil que cubrir el pavimento y realizar nuevos retoques o ampliaciones,(recuérdese que estamos hablando de un mosaico, diminutas piedrecitas talladas de colores en una superficie de 37 metros de largo por 17 de ancho[3], algo no tan fácil de destruir como un simple pergamino, cuadro o estatua).

He aquí otra pista más a tener en cuenta sobre los cambios que acontecieron en aquel terrible siglo -IV-:

"Corno comenta el arqueólogo G.E. Mylonas sobre Eleusis: Después de que las hordas de Alarico derribaran en el 395 d.c. las murallas del Santuario, estas quedaron reducidas a ruinas para siempre. El Emperador era ahora un cristiano que había decretado medidas severas contras los cultos mistéricos [...] Una nueva religión controlaba las mentes y actos de los hombres. Los viejos ritos paganos debían acabarse y sus templos debían ser sepultados en sus propios escombros. Así se dijo, y así se hizo".[4]


Después cabe preguntarse por la tal colección de imágenes, “una iconografía única del cristianismo temprano.”, como bien dice Fabbro en su artículo, pero él se limita a las escenas de las Amanitas y los caracoles, por lo tanto, quisiera traer yo a colación algunas escenas más también bastante interesantes y significativas. De entre la inmensa variedad de escenas y elementos que forman el mosaico, (aparte de las imágenes de hongos y caracoles, ya comentadas por Fabro), quisiera empezar por ejemplo, con el mosaico que encierra a dos animales que parece estuvieran dispuestos a la discusión o a la lucha: la tortuga y el gallo.

¿Qué pintan una tortuga y un gallo en una basílica cristiana?

A primera vista parece que nada tienen que ver con el cristianismo este par de animales, en todo caso el gallo es el más fácil de identificar con la presunta profecía que aparece en los cuatro evangelios canónicos: la negación de Pedro,[5] pero en tales escenas evangélicas no aparece ninguna tortuga.

Casualmente, uno de los primeros padres de la iglesia, Agustín de Hipona, escribe algo sobre los gallos, en concreto sobre las peleas de gallos: "vimos unos gallos preparándose para el combate...los ojos del amor no alcanzan a vislumbrar el esquema que controla e impele todas las cosas...en éstos gallos dispuestos para la batalla, los ataques certeros, los hábiles quites; pura acción animal sin mente...sin embargo una mente superior obra en ellos ordenándolo todo .El derecho del vencedor, el orgullo del poder, el canto de la victoria y el rito de la derrota, las alas caídas, todo coincidiendo de manera extraña, y por su armonía con el orden natural de las cosas, bello." [6].

Para una más amplia información sobre el mundo de este animal en particular, remito al lector al excelente artículo de Raul Chufani López - "Los gallos en la antigüedad, la filosofía y la religión" [7], del cual extraeré estas no menos reveladoras aserciones:

“La herejía mas larga y peligrosa que ha enfrentado la Iglesia Latina ( Católica) y que provocó la separación de las otras seis iglesias cristianas, fue la herejía de Arrio, a quien derrotaran en el Concilio de Nicea (325 d.c.) donde los obispos, con el emperador Constantino como árbitro, cambiaron una sola letra al término Homoiusius (de naturaleza semejante al Padre) por Homousius,(de la misma naturaleza que el Padre) refiriéndose a la divinidad de Cristo. Borrando para siempre la herejía de Arrio, que no obstante pervivió por más de 200 años en los Reinos Godos y Visigodos.
La Iglesia toma entonces como paladín al gallo de pelea (un bankiva) [8] y lo representa en su lucha contra Arrio. En la Catedral de Aquilea, puede verse un mosaico donde un gallo (el gallo luminoso del Catolicismo) lucha contra una tortuga amañada y obscura que se esconde en su caparazón, representando a Arrio”.

Más claro, agua, la basílica pues, deja constancia de la lucha por parte de la iglesia oficial exotérica contra la iglesia rechazada esotérica arriana, piedra de toque de aquel célebre (y nefasto) concilio de Nicea, donde los cuatro cabecillas (cabezones) de turno, decidieron oficializar una sola de las varias sectas alternativas en las que devino el cristianismo anunciado por el Maestro galileo.
Volvamos a recordar que fue, en un principio, nada menos que San Marcos, uno de los evangelistas oficiales, el que inauguró la instauración del cristianismo en Aquileia, consagrando a San Ermagora como primer obispo del lugar, pero poco duró la alegría porque eran tiempos de brutales persecuciones y Ermagora murió martirizado con su diácono Fortunato; después tuvo lugar un largo silencio (quizás escarmentados por las matanzas) tal como consta en esta lista:

San Marcos (?) 49 d.C.
S. Ermagora germánico 50
S. Ilario Pannonico 276
Crisogono Tracio 286
S. Teodoro Tracio 308
Crisogono Aquieliese 318
Agapito aquileiese 319
Etc…
Pero durante ese significativo silencio de más de dos siglos , (obsérvese como a dos de los nominados no se les adjudica el calificativo de “San”) puede ser que perviviera en Aquileia cualquier otra versión alternativa del cristianismo. Podríamos seguir hablando de todo esto, pero lo dejo para otro artículo, en este seguiremos viendo más imágenes de momento…

También aparece un pájaro picando el fruto del Acanto, del cual podemos aprender que:
"El nombre viene del griego ’akantha’, que significa espina. Este género comprende una treintena de especies vivaces, originarias de África tropical, Asia y sur y suroeste de Europa. Desde la antigüedad, el acanto está presente en la arquitectura griega, como es el caso de los conocidos capiteles corintios creados por el escultor ateniense Calímaco en el s. V a.C. Según Vitrubio, Calímaco se inspiró en un acanto que había crecido envolviendo un cestillo colocado sobre la tumba de un niño (los griegos creían que acompañaba al difunto hasta el reino de Hades). El acanto aparece muchas culturas (está representado en esculturas murales hindúes) e incluso como elemento decorativo de mobiliario (André-Charles Boulle, ebanista preferido de Luis XIV). Hasta el s.XVII se utilizó en Europa como rapé (aspirado por la nariz)
Propiedades y usos: Ya en la Antigüedad, la savia del acanto tenía fama de ser tónica y estimulante; estaba reservada a los guerreros, que de forma ritual la bebían antes de entrar en combate. Plinio y Dioscórides la prescribían para curar las llagas (propiedades emolientes) y las disenterías (por su contenido en mucílagos). Hoy continúa utilizándose en la medicina naturista como remedio para diferentes inflamaciones. Del acanto se extraía antaño un tinte amarillo"... Espinas y llagas, ¿le suena a alguien?.

La siguiente figura que vamos a ver es una de las varias aves que aparecen en el mosaico: el pavo. Aparentemente no aparece ningún pavo en los evangelios tampoco, pero no hay que descartar que su simbología signifique otra cosa para los creadores del mosaico, por ejemplo:

“Sin embargo, (la cruz) no es de los símbolos más antiguos del Cristianismo. Tal y como lo demuestra Eduardo Díaz Reyna, anteriores a la cruz fueron el pez, símbolo del milagro de la multiplicación de los panes y los peces; el áncora; el pavo real, cuya carne era incorruptible según la leyenda... Todos ellos en comienzo fueron claves secretas que, en un mundo hostil a esta religión, sólo eran comprendidos por los cristianos ya iniciados”.

¿Cabe añadir algo más al respecto?, la línea precisa que siguieron aquellos, quienes decidieron plasmar sus creencias mediante el mosaico de Aquileia, es la de la simbología alternativa a un cristianismo primigenio para iniciados. Quizás fue precisamente eso lo que molesto a la iglesia oficial para que llegaran a la determinación de tapar el mosaico con la excusa de ampliaciones o reformas.

No obstante, quisiera poner el broche de oro dejando un dato significativo que a Franco Fabbro se le escapó, hablando del mosaico que representa una cesta de Amanitas Muscaria.

Recordando el anterior artículo titulado: “Amanita muscaria y Cannabis Sativa- ¿Llaves de la cristiandad?- Compra Soma”, leemos el siguiente párrafo:

“Como hongo, la Amanita Muscaria no disemina sus semillas tal como lo hacen las plantas, sino que eyacula esporas microscópicas las cuales crean como una red de hongos en forma de hebras en la base de las coníferas, desde las cuales las tormentas provocan más hongos. Anterior al conocimiento de las esporas, se pensaba que los relámpagos eran la fuente de los hongos, y se consideraba que los relámpagos eran los apasionados progenitores divinos en forma de lanza, por eso los hongos fálicos eran llamados “Hijos de Dios”.

Esta versión de la etimología de una de las especies de dichos hongos es una de las antiguas, pero hay otra parecida y mucho más interesante, y que casualmente se refiere a la Amanita Muscaria que encontramos en la basílica de Aquileia:

BOANERGES: Así llamó Jesús a Jacobo y a Juan, hijos de Zebedeo, cuando los eligió para que fueran sus Apóstoles (Marcos 3:17) “a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Jacobo, a quienes apellidó Boanerges, esto es, Hijos del trueno.”[9]
Esto resulta muy interesante si reparamos en que el término Boanerges era usado en Sumeria (antiguo pueblo que ocupó parte de Mesopotamia) y Acadia (pueblo semita del imperio Asirio establecido en la Mesopotamia Central) para designar, en lenguaje popular, a una seta (Amanita muscaria) que por aparecer después de una tormenta era conocida como “Hija del Trueno” por los pueblos primitivos, que la usaban, como a otros hongos, para obtener visiones y “contactarse con los Dioses.”…Como la Biblia es un libro de alegorías debemos suponer que los “hombres santos” de ese tiempo usaban alucinógenos para acrecentar su estado de conciencia, tal como los indios de Estados Unidos y México todavía mastican PEYOTE, o los Chamanes Sudamericanos utilizan el hongo que aparece en la base de los cactus, después de una lluvia (tormenta) en las regiones desérticas, y al que llaman “CUCUMELO”. [10]

Interesante versión, ¿verdad?, sólo queda atar un último cabo: el único evangelista que cita la frase sobre el cambio de nombre de los hermanos Zebedeos es San Marcos [11] en el versículo 3:17
“a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Jacobo, a quienes apellidó Boanerges, esto es, Hijos del trueno.”

¿Se acuerda alguien de quién fue aquel primer y único evangelista que cristianizó Aquileia?, ¿habrá que retroceder y repensar que los evangelistas oficiales también hablaban, pero en forma velada, de aquello mismo que hablaban los gnósticos?…


-“Examinadlo todo, retened lo bueno” 1 Tes 5:19

Gnothi Sauton 20-04-2006 ©





Notas:

[1]Franco Fabbro, “Hongos y caracoles en la antigua liturgia del cristianismo temprano de Aquileia”.

[2]Mateo 10:26,
“… porque nada hay oculto que no llegue a descubrirse; ni secreto que no haya de saberse”.

[3]Franco Fabbro:
“En la sala de culto de la antigua basílica de Aquileia, la cual está localizada hacia el norte de la iglesia, con medidas de 37 metros de largo por 17 de ancho”.


[4] http://www.mercurialis.com/emc/autores/ott/inquifarma.htm
[5]Mt 26:34, Mc 14:30, Lc 22:34 y Jn 13:38.

[6] San Agustín, 354-430 d.C. en su obra “De ordine” (sobre el orden).

[7]Extracto del mismo:
Raul Chufani López - "Los gallos en la antiguedad, la filosofía y la religión"

Desde que los Fenicios llevaron el gallo a Gadir, la actual Cádiz, donde actualmente fue hallado el fósil del gallo mas antiguo del continente Europeo. Encontramos plasmada su efigie en monedas en escudos en mosaicos y relieves de los antiguos Imperios Medo-Persas, Griegos y Romanos. Esta mencionado en los libros clásicos , en los libros religiosos como el código de Manú, Los Vedas y algunos afirman que también en el Pentateuco.
La herejía mas larga y peligrosa que ha enfrentado la Iglesia Latina ( Católica) y que provocó la separación de las otras seis iglesias cristianas, fue la herejía de Arrio, a quien derrotaran en el Concilio de Nicea (325 d.c.) donde los obispos, con el emperador Constantino como árbitro, cambiaron una sola letra al término Homoiusius (de naturaleza semejante al Padre) por Homousius,(de la misma naturaleza que el Padre) refiriéndose a la divinidad de Cristo. Borrando para siempre la herejía de Arrio, que no obstante pervivió por más de 200 años en los Reinos Godos y Visigodos.
La Iglesia toma entonces como paladín al gallo de pelea (un bankiva) y lo representa en su lucha contra Arrio. En la Catedral de Aquilea, puede verse un mosaico donde un gallo (el gallo luminoso del Catolicismo) que lucha contra una tortuga amañada y obscura que se esconde en su caparazón, representando a Arrio. El termino en cuestión, desde entonces, ha seguido vigente por 1,700 años, y es el contenido sustancial de la oración del credo, hasta nuestros días.
Reflexiones. La Iglesia no tomó de paladín a una águila (es un rapaz), a un buitre (es un carroñero) a un león (depredador, asesino ) etc, etc… no, tomó al ave más representativa como gran combatiente, para vencer en una pelea, que enfrenta a su enemigo a pecho descubierto sin ventajas y es tan persistente en su lucha, que una vez empezada, terminará con la victoria o sucumbirá en el intento. Tal como es, por naturaleza, la lucha del gallo de pelea.

[8] Gallo de Bankiva: Este gallo procede del Sudeste asiático y de él proceden el resto de las diferentes clases de gallinas. Es un ave arbórea y podemos verlo a menudo en los árboles del aviario del parque, donde luce su preciosa cola multicolor. La hembra es de menor tamaño y menos vistosa. Su nombre inglés es Red junglefowl.

[9] Para aquellos que se pregunten el por qué Jesús ponía sobrenombres a ciertos discípulos, les recomiendo este párrafo del evangelio copto según Jacobo, (o Libro secreto de Santiago), que dice así: “Al principio hablé con vosotros por medio de parábolas, mas vosotros no comprendíais. Ahora hablo con vosotros claramente, y seguís sin percibir. Sin embargo, vosotros hacíais de parábola cuando yo hablaba en parábolas, y de manifestación cuando hablaba claramente”.
Libro secreto de Jacobo, capítulo 4:5-6.
“Las enseñanzas secretas de Jesús”, Marvin W. Meyer, editorial Crítica, 2000.

[10]Extraído de la página web:

http://ciem.web.com.co/libros/delabiblia/

[11] Compárese Mc 3:17, con Mt 10:2 y Lc 6:14.

***

Hongos y caracoles en la antigua liturgia del cristianismo temprano de Aquileia.

El suelo de mosaico de la sala norte en la antigua basílica cristiana de Aquileia datada en un periodo anterior al año 330 d. C., reproduce numerosos objetos simbólicos y escenas ilustradas. Entre las cuales hay unas cestas, una llena de hongos y otra con caracoles merecen especial atención. Hongos y caracoles son dos elementos raros en la temprana iconografía cristiana. Esos caracoles han sido identificados como Helix (Helix) cincta, mientras que los hongos son más difíciles de determinar. Se especulan rasgos típicos de la Amanita cesárea (e.g. de tallo amarillo) y otros de la Amanita muscaria (tallo y puntos blancos). Algunas hipótesis sobre la presencia de hongos y caracoles en la basílica han ido apareciendo : -1- ambos son sólo simples motivos decorativos; -2- simbolizan alimentos típicos servidos durante celebraciones sagradas; -3- o eran ingeridos entre los iniciados de la audiencia durante celebraciones litúrgicas para llegar al éxtasis.

El trabajo completo será publicado en "Eleusis. Diario de componentes y plantas psiquedélicas" nº 3, 1999- lo que sigue es una versión primeriza.
Comentarios serán bienvenidos a Franco Fabbro

¿USARON LOS PRIMEROS CRISTIANOS HONGOS ALUCINÓGENOS?. EVIDENCIA ARQUEOLÓGICA.

Franco Fabbro- Versión preliminar, Marzo 1996.

Uso de sustancias alucinógenas en antiguas religiones.

El uso ritual de sustancias alucinógenas ha sido ampliamente documentado por varios cultos chamánicos de las culturas asiática, americana y africana. En las así llamadas mayores religiones alucinógenas estas sustancias han sido halladas jugando un papel relevante en prácticas rituales. Algunos himnos del Rig Veda, por ejemplo, fueron compuestos bajo la influencia de una planta llamada soma, la cual, de acuerdo con estudios etnobotánicos, ha sido identificada como el hongo Amanita muscaria, comúnmente conocido como fly-agaric [1]. El uso de soma en la temprana religión India se extendió por el antiguo Irán: de hecho, en el zoroastrianísmo, una intoxicante sustancia llamada haoma, era usada en los ritos como bebida, y también en este caso ciertos investigadores han sugerido que el haoma era extraído del fly-agaric (o sea, de la Amanita muscaria) [2].

Lo más probable es que la práctica de la ingestión de sustancias alucinógenas con el fin de alcanzar el éxtasis y tener visiones durante ceremonias religiosas hubiera influenciado también más tarde al medio ambiente sacerdotal judío, en particular durante la primera y segunda deportación de los judíos a Babilonia (597 a.C. y 587-520 a.C., respectivamente). La experiencia del cautiverio probablemente permitió a algunos grupos sacerdotales judíos llegar a tener información de ello y entonces el particular uso de prácticas religiosas que influenciaron el profetismo (cf. los libros de Ezekiel y Zacarías en la Biblia) y el apocalipsicísmo (cf. los libros de Daniel en la Biblia, y los de Enoch y Ezra del viejo Testamento Pseudoepígrapha). Estas prácticas contienen rasgos típicos de experiencias extáticas inducidas por alucinógenos (cf. Ezekiel 1-3; Ezra 9:23-28). Hábitos religiosos en el cristianismo temprano tienen demasiadas cosas en común con el judaísmo temprano, y en particular con el apocalipsicísmo [3], que la transmisión de técnicas para alcanzar el éxtasis y visiones desde el judaísmo temprano al cristianismo temprano, eso es lo más probable que haya ocurrido. Estudios filológicos del pasado han sugerido que algunos grupos cristianos tempranos hicieron también uso de la Amanita muscaria como sustancia alucinógena durante rituales religiosos específicos [4]. Esta hipótesis ha sido ferozmente disputada [5] en particular porque se decía que no había datos históricos disponibles para poder ser demostrada.

Hongos alucinógenos en la basílica de Aquileia.

No obstante es mi propósito agregar en lo que sigue, material relevante para corroborar esta interesante hipótesis, aportando nueva evidencia a favor de ello. En la sala de culto de la antigua basílica de Aquileia, la cual esta localizada hacia el norte de la iglesia, con medidas de 37 metros de largo por 17 de ancho, y datada en un periodo anterior al 330 a. C. [6], un hermoso mosaico es muy probable que atestigüe el habito de ingestión de hongos durante ceremonias rituales del temprano cristianismo. Aquileia se encuentra situada hacia la parte norte del mar Adriático donde Italia hace frontera con Eslovenia, a unos 5 km de la costa a lo largo de un río canalizado y a unos 100 km de Venecia.

Ilustración 1.

Plano de la sala norte de la antigua basílica de Aquileia con los mosaicos de los primeros cristianos datado en una época anterior al 330 d. C. La flecha y el circulo muestran la localización de las dos canastas que contienen hongos y caracoles. Una gran parte del mosaico fue destruida con la construcción de una torre de la iglesia (T) levantada en el siglo -XI- d.C.

Aquileia fue fundada por los romanos en el siglo -III- a.C. y hacia el siglo -I- d.C. fue un importante y estratégico puerto militar y un floreciente centro comercial, contando con cerca de unos 200 mil habitantes. La ciudad poseía unos fuertes enlaces culturales y comerciales con Roma y con Alejandría en Egipto, los centros culturales y económicos mas importantes de esa época, y hospedo una extensa comunidad judía [7]. En el oratorio de la sala norte (Ilustración. 1), la parte mas antigua de toda la basílica, el mosaico del suelo representa entre una variedad de otros objetos, animales y símbolos, dos cestas: una conteniendo hongos rojos y la otra nueve caracoles (Ilustraciones 2 y 3). Un epígrafe en el mosaico afirma que el oratorio era parte de un edificio que fue usado para ceremonias religiosas.

Ilustración 2.

Parte del mosaico aquileiano muestra la cesta con hongos. Hay al menos ocho ejemplares con cabezas de un rojo oscuro y típicas características del tipo de la Amanita muscaria. Ya que estos hongos están contenidos en una cesta algunos eruditos [8] sugieren que eso es una alusión para su uso durante ceremonias como sustancias comestibles y no como meros diseños ornamentales.

Ilustración 3.

Parte del mosaico aquileiano que muestra los caracoles, lo más probable es que sean del tipo Helix (Helix) cincta. También en este caso la presencia de una cesta sugiere que los caracoles eran comidos durante ceremonias religiosas probablemente junto con los hongos.

En el epígrafe escrito del mosaico se puede leer “Ianuariu(s) ... de Dei dono v(ovit) p(edes) DCCCLXXX” (...), que significa que Ianuaris contribuyó con su dinero. Regalo de dios, por los costes de 26 metros cuadrados de mosaico. Se ha sugerido que las dos cestas conteniendo plantas y animales comestibles indican comidas rituales y agapea llevadas a cabo por los primeros cristianos en lugares de culto [8]. En la cesta llena de hongos hay al menos ocho ejemplares con oscuras cabezas rojas esparcidos con dados del mosaico de un color naranja pálido y con láminas de un blanco radiante bajo las cabezas. Sobre la base del color y la forma de estos hongos, es razonable sugerir que estos fungi son del tipo Amanita muscaria. Justo al lado de los hongos está la segunda cesta que contiene nueve ejemplares de caracoles del tipo Helix (Helix) cincta, los cuales pueden encontrarse aún hoy en día en los alrededores de Aquileia.

En el siglo –IV- d. C. el suelo de mosaico de la sala norte fue completamente cubierto por el pavimento de una nueva iglesia, y sólo después de unos 1500 años, al principio del siglo –XX- los mosaicos de la primera iglesia cristiana de Aquileia fueron de nuevo desvelados [9]. Estando el mosaico cubierto durante tan largo tiempo, no sufrió deterioro ninguno ni retoques por mano de otros artistas, preservando así una iconografía única del cristianismo temprano.

Ilustraciones de hongos y caracoles son bastante inusuales dentro de la iconografía cristiana. Los caracoles eran un plato muy común entre los antiguos romanos, que los ingerían también durante banquetes funerales, porque la hibernación de estos animales simbolizaban los entierros y la resurrección [10] . Además, los romanos estaban familiarizados con las técnicas de cría de caracoles, sabiendo que según la manera de alimentarlos se determinaba su sabor y efectos pospandriales. La Amanita muscaria, un hongo alucinógeno que comúnmente crece en extensas áreas de Europa y Asia, forma parte de la típica vegetación de los Alpes Cárnicos de los alrededores de Aquileia. La ingestión de 1 a 4 hongos de la Amanita muscaria puede inducir a un intenso sentimiento de alegría y excitación con una reducción del sentido de fatiga y una mejora de la producción verbal. Tomando más cantidad, de 5 a 9, primero se llega a un estado muy agitado y se tienen alucinaciones muy vívidas, luego se cae en una especie de estado narcótico-cataléptico, caracterizado por un sueño profundo, del cual es difícil despertar, y una muy intensa actividad soñadora [11]. La actividad psicotrópica obtenida con este hongo depende principalmente del agente llamado MUSCIMOL, el cual es una neurohormona receptora del ácido gamma-aminobutirico (GABA) [12]. El Muscimol tiene la más alta afinidad con los receptores del GABA A y con una débil actividad de los receptores del GABA B, los cuales son capaces de modificar la excitabilidad cerebral en general y en particular las actividades motores, emocionales y y cognitivas, que son controladas por el ganglio basal de los lóbulos frontales [13,14].
Ya que se asume que laAmanita muscaria puede causar síntomas de gastroenteritis (e.g. naúseas, vómitos, dolor abdominal), lo más probable es que estas complicaciones puedan evitarse con simples precauciones: En vez de comer directamente los hongos, era una buena práctica primero alimentar a los caracoles con los hongos durante varios días y entonces comerse los caracoles. Haciéndolo así, las sustancias alucinógenas contenidas en la Amanita muscaria podrían ser ingeridas sin sufrir esos molestos efectos gastroenteríticos. Una práctica similar es también conocida entre los chamánes siberianos, que tienen experiencias alucinógenas después de comer carne de reno alimentado con Amanita muscaria [15].

Conclusiones

La presencia de las ilustraciones del mosaico de la basílica de Aquileia representando hongos con propiedades psicotrópicas indica que algunos ritos religiosos del cristianismo temprano, los cuales enlazaban quizás con cultos mistéricos guardados bajo secreto, relataban la ingestión de sustancias alucinógenas facilitando el éxtasis místico. Todavía queda por ver, no obstante, si estas técnicas extáticas fueron una herencia común de todas las iglesias del cristianismo temprano o si eran conocidas y practicadas por sólo dentro de algunos grupos heréticos de cristianos. Las autoridades romanas acusaron repetidamente a los primeros cristianos de practicar brujería utilizando sustancias alucinógenas (Orígenes, Contra Celso, I,68; VI,38) [16]. No obstante, Ireneo, obispo de Lyon (130-200 d.C.), mantenía que sólo las iglesias heréticas, y por consiguiente también las gnósticas, hicieron uso de alucinógenos dentro de ritos mágicos (Ireneo, Contra Herejes, I,13-15; I,24-25) [17].

La identificación de ilustraciones reproduciendo hongos alucinógenos en las premisas de una antigua iglesia cristiana pueden ayudarnos a entender que algunos aspectos de esos ritos misteriosos o de la así llamada: "discipline of the arcanum" ( Disciplina de los Arcanos)[18] caracterizando la liturgia cristiana más antigua que, por definición, tuvo que ser guardada en secreto y transmitida oralmente sólo para discípulos iniciados.


Notas y Referencias:

1. Wasson, G.R. Soma. Divine Mushroom of Immortality (Harcourt Brace Jovanovich, New York, 1968). Wasson G.R. The soma in the Rig Veda: What was it? Journal of the American Oriental Society, 91: 169-187 (1971).

2. Gnoli, G. Zoroaster’s Time and Homeland. A Study on the Origins of Mazdeism and Related Problems (Istituto Universitario Orientale, Naples, 1980). Más recientemente, D. S. Flattery and M. Schwartz (Haoma and Harmaline, University of California Press, Berkeley, 1989) reclama que el haoma no se obtenía del hongo Amanita muscaria, sino del Peganum harmala, una planta que contiene un alcaloide psicoactivo i.e. harmaline. Como informa el autor, esta hipótesis fue sugerida por el Dr. Claudio Naranjo (pp. 23-25) que describió los efectos alucinógenos que el mismo experimentó después de ingerir una bebida que contenía harmaline. Además, Naranjo niega haber sufrido ningún efecto después de comer algunos ejemplares de Amanita muscaria que él mismo recogió en California (comunicado personal). No obstante, que la concentración de agentes psicoactivos de la Amanita muscaria difieren significativamente de acuerdo al lugar y la estación de recolección. Por otro lado, los efectos alucinógenos de este hongo y asimismo su variabilidad de concentración, han sido ampliamente reconocidos ya en los primeros sistemáticos, y científicos documentos sobre sustancias alucinógenas (Ver Lewin, L. Phantastika - Die betäubenden und erregenden Genussmittel, Verlag G. Stilke, Berlin, 1924).

3. Charlesworth, J.H. Jesus within Judaism. New Light from Exciting Archaeological Discoveries (Doubleday, New York, 1988).

4. Allegro, J.M. The Sacred Mushroom and the Cross (Doubleday, New York, 1970).

5. King, J.C. A Christian View of the Mushroom Myth (Hodder and Stoughton, London, 1970).

6. Bertacchi L. in Da Aquileia a Venezia (eds Forlati Tamaro, B. et al.) 185-221 (Scheiwiller, Milano, 1980).

7. Mirabella Roberti, M. Aquileia e l’Oriente mediterraneo (Arti Grafiche Friulane, Udine, 1977).

8. Brusin, G. & Zovatto, P.L. 1957. Monumenti paleocristiani di Aquileia e di Grado (Doretti, Udine, 1957).

9. Von Lanckoronski, K. et al. Der Dom von Aquileia. Sein Bau und seine Geschichte (Gerlach-Wiedling, Wien, 1906).

10. Gallo, G. L’allevamento della chiocciola (Edagricole, Bologna, 1976).

11. Waser, P.G. in Ethnopharmacologic Search for Psychoactive Drugs (ed. Efron, D.H.) 419-438 (Raven Press, New York, 1979).

12. Schultes, R.E. & Hofmann, A. The Botany and Chemistry of Hallucinogens (Thomas Pub., Springfield, 1980).

13. Lloyd, K.G. & Morselli, P.L. in Psychopharmacology. The Third Generation of Progress (ed. Meltzer, H.Y.) 183-195 (Raven Press, New York, 1987).

14. Bhatia, K.P. & Marsden C.D.The behavioural and motor consequences of focal lesions of the basal ganglia in man. Brain 117, 859-876 (1994).

15. Wasson, G.R. Soma. Divine Mushroom of Immortality (Harcourt Brace Jovanovich, New York, 1968). See Note A: Explorers, Travelers, Anthropologists, pp.231-302.

16. Origène. Contre Celse (ed. Borret M.) 5 vol. (Cerf, Paris, 1967-1976). See also Tacito. Annales, 15, 44, 2-5, and L’orazione contro i Cristiani di Marco Cornelio Frontone (in Penna R. 1991. L’ambiente storico-culturale delle origini cristiane. Una documentazione ragionata. Dehoniana, Bologna, pp. 275-277, pp. 283-285).

17. Irénée de Lyon. Contre les Hérésies (eds Rousseau D. & Doutreleau L.) 8 vol. (Cerf, Paris, 1965-1979).

18. Luck G. Arcana Mundi. Magic and the Occult in the Greek and Roman Worlds (John Hopkins University Press, Baltimore, 1987)

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Copyright © Franco Fabbro --draft-- comments are welcomed at fabfra@univ.trieste.it

Fechado a 10 de Abril de 1996.





Para ver fotografías e ilustraciones pertinentes visitar la web:
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Aquileia-1- Historia.

Aquileia-1- Historia.

Aquileia fue fundada por los romanos como colonia militar en el año 181 a.C, en un lugar que actuaba como punto de confluencia y travesía de la gente y sus negocios. Su ubicación como primer bastión contra la invasión de los bárbaros y como punto de salida militar para las salidas en las conquistas, la convertían en un lugar especialmente estratégico. Conectada a partir de una buena red viaria, fue convirtiéndose en una importante ciudad de su tiempo para el comercio y el desarrollo de una artesanía muy refinada. Cogió impulso bajo el imperio de Cesar Augusto: con una población estable de más de 200.000 habitantes, fue una de las mayores y más ricas ciudades de todo el imperio. Fue también residencia de varios emperadores, con un palacio bien atendido, hasta Constantino el grande y más allá. Cuando el mensaje cristiano la alcanzó la ciudad estaba ya subrepticiamente preparada y lista para recibirlo tan pronto como se hiciera realidad la concesión del culto público con el Edicto de Milán en el año 313 d.C. Posteriormente, con la cristianización del Imperio Romano, Aquileia y Grado se convirtieron en dos centros de notable importancia para el mundo religioso de la época. Seguidamente, con las invasiones bárbaras de la Edad Media, estas dos ciudades afrontaron un periodo de decadencia.

Los orígenes de esta iglesia datan de principios del siglo –IV-. Según la tradición, San Marcos trajo el mensaje del evangelio a estas tierras enviado aquí por San Pedro. Como evangelista, durante su misión en Aquileia, él convirtió a Ermacora al que nombró primer sacerdote de la pequeña comunidad cristiana, la cual creció lentamente en número a pesar de los miedos y las dificultades. Él murió martirizado con su diácono Fortunato, y son, junto con la Virgen Maria, los santos patrones de la Basílica. Los frescos en la cripta, cuentan su historia envuelta en la atmósfera de una leyenda y algunos relicarios guardan sus restos mortales, que son venerados junto con los otros mártires de Aquileia: Ilario y Taziano, Felice y Fortunato, Crisogo, Proto y los hermanos Canziani. El período de la persecución terminó en el año 313 como resultado del Edicto de Constantino y Licio. La comunidad cristiana de Aquileia, gobernada en aquella época por el Arzobispo Teodoro, pudo entonces finalmente construir su primera iglesia, como se indica en una inscripción en el piso del mosaico. Los cambios arquitectónicos, que ocurrieron durante 1.000 años y que cambiaron la primera iglesia de Teodoro en la Basílica de hoy, son extremadamente complejos.

A finales del siglo –III-, en el área del sureste de la ciudad romana, la zona ocupada ahora por la Basílica y sus alrededores, eran el centro comercial con los almacenes, los mercados y los hogares. En este sitio en el año 313 Teodoro comenzó a construir la primera iglesia. La cual estaba compuesta de dos salas rectangulares grandes, paralelas y conectadas horizontalmente por una tercera sala, flanqueada por cuartos más pequeños tales como el Baptisterio con una fuente bautismal redonda. El edificio de Teodoro fue cambiado radicalmente alrededor de la primera mitad del siglo del –IV- por uno de los obispos sucesores, probablemente Fortunaziano, esta alteración fue debida por causa de los cambiantes propósitos litúrgicos. Los restos de la sala norte Post-Teodoranos son visibles en la cripta excavada. En el siglo –IX- el patriarca Massenzio llevó a cabo una restauración definitiva que cambió el aspecto entero del edificio. El transepto que dio a la Basílica un plano en forma de cruz por primera vez, y la cripta debajo del presbiterio fueron los principales ejemplos del trabajo del patriarca. Entonces él ajustó la fachada de la Basílica construyendo el pórtico, y él también restauró la fuente bautismal y la enlazó a la Basílica con la supuesta iglesia pagana. Después de más o menos dos siglos, en la primera mitad del siglo –XI-, el patriarca Poppone pensó que sería necesario realizar la restauración adicional. Él levantó las paredes del parámetro y el ábside fue pintado totalmente con imágenes de gran monumentalidad y con decoraciones clásicas de estilo e inspiración romanas. Poppone levantó la torre de la campana que domina claramente Friuli. En la segunda mitad del siglo –XII-, el patriarca Voldorico de Treffen embelleció la cripta de Massential con una serie de frescos. Es la serie ilustrada Románico-Gótica más grande de la región y una de las más importantes de la Italia norteña. De la edad media al diecinueveavo siglo la Basílica sufrió más adiciones de poca importancia tales como la capilla llamada "dei Torriani", la capilla de San Pedro, la capilla del Todopoderoso santo o de San Ilario y la capilla del Rosario. También hay el sarcófago del siglo –XIV- que probablemente sea un trabajo de Filippo de Sanctis y el Santo Sepulcro.

Ahora hagamos una parada ante un tesoro del arte y de la fe, el más precioso de la Basílica: el suelo del mosaico. Es el más ancho y más viejo suelo en el mundo occidental cristiano, es un ejemplo magnífico del arte Constantiniano. El mosaico se compone de diez alfombras separadas por las tiras con "girali" (las guirnaldas) de brotes y hojas de Acanthus. La alfombra más grande, que cubrió el presbiterio es la occidental. Puede ser definida como catecismo a través de imágenes, pues cada imagen tiene importancia, vivacidad, la imaginación y la verdad de la fe, esas verdades que, en el año 313, podrían finalmente ser, libre y abiertamente, proclamadas a cada uno en público con alegría y sin más miedo de persecuciones.

Fuentes:

http://www.aquileia.net

http://www.aquileia.it

http://roth37.it/COINS/Aquileia/index.html

Gnothi Sauton

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Gnothi Sauton

Gnothi Sauton

"CONOCETE A TI MISMO "
Habitualmente se cita esta frase: "Conócete a ti mismo", pero a menudo se pierde de vista su sentido exacto. A propósito de la confusión que reina con respecto a estas palabras, pueden plantearse dos cuestiones: la primera concierne al origen de esta expresión, la segunda a su sentido real y a su razón de ser. Algunos lectores podrían creer que ambas cuestiones son completamente distintas y que no tienen entre sí ninguna relación. Tras una reflexión y un examen atento, claramente aparece que mantienen una estrecha conexión.
Si se les pregunta a quienes han estudiado la filosofía griega quién fue el hombre que pronunció primero esta sabia frase, la mayoría de ellos no dudará en responder que el autor de esta máxima es Sócrates, aunque algunos pretenden referirla a Platón y otros a Pitágoras. De estos pareceres contradictorios, de estas divergencias de opinión, estamos en nuestro derecho de concluir que esta frase no tiene por autor a ninguno de los filósofos mencionados, y que no es en ellos dónde habría que buscar su origen.
Nos parece lícito formular esta advertencia, que parecerá justa al lector cuando sepa que dos de estos filósofos, Pitágoras y Sócrates, no dejaron ningún escrito.
En cuanto a Platón, nadie, sea cual sea su competencia filosófica, está en situación de distinguir qué fue dicho por él o por su maestro Sócrates. La mayor parte de la doctrina de este último no nos es conocida más que por mediación de Platón, y, por otra parte, se sabe que es en la enseñanza de Pitágoras donde Platón recogió ciertos conocimientos de los que hace gala en sus diálogos. Con ello, vemos que es extremadamente difícil delimitar lo que corresponde a cada uno de estos tres filósofos. Lo que se atribuye a Platón a menudo es también atribuido a Sócrates, y, entre las teorías consideradas, algunas son anteriores a ambos y provienen de la escuela de Pitágoras o de él mismo.
Verdaderamente, el origen de la expresión estudiada se remonta mucho más allá de los tres filósofos mencionados. Mejor aún: es más antigua que la historia de la filosofía, y supera también el dominio de la filosofía.
Se dice que estas palabras estaban inscritas en la puerta del templo de Apolo en Delfos. Posteriormente fueron adoptadas por Sócrates, así como por otros filósofos, como uno de los principios de su enseñanza, a pesar de la diferencia que haya podido existir entre estas diversas enseñanzas y los fines perseguidos por sus autores. Es probable, por lo demás, que también Pitágoras haya empleado esta expresión mucho antes que Sócrates. Con ello, estos filósofos se proponían demostrar que su enseñanza no era estrictamente personal, que provenía de un punto de partida más antiguo, de un punto de vista más elevado que se confundía con la fuente misma de la inspiración original, espontánea y divina.
Constatamos que estos filósofos eran, por ello, muy diferentes a los filósofos modernos, que despliegan todos sus esfuerzos para expresar algo nuevo, a fin de ofrecerlo como la expresión de su propio pensamiento, de erigirse como los únicos autores de sus opiniones, como si la verdad pudiera ser propiedad de alguien.
Veremos ahora por qué los filósofos antiguos quisieron vincular su enseñanza con esta expresión o con alguna similar, y por qué se puede decir que esta máxima es de un orden superior a toda filosofía.
Para responder a la segunda parte de esta cuestión, diremos que la solución está contenida en el sentido original y etimológico de la palabra "filosofía", que habría sido, se dice, empleada por primera vez por Pitágoras. La palabra filosofía expresa propiamente el hecho de amar a Sophia, la sabiduría, la aspiración a ésta o la disposición requerida para adquirirla.
Esta palabra siempre ha sido empleada para calificar una preparación a esa adquisición de la sabiduría, y especialmente los estudios que podían ayudar al philosophos, o a aquel que experimentaba por ella alguna tendencia, a convertirse en sophos, es decir, en sabio.
Así, como el medio no podría ser tomado por un fin, el amor a la sabiduría no podría constituir la sabiduría misma. Y debido a que la sabiduría es en sí idéntica al verdadero conocimiento interior, se puede decir que el conocimiento filosófico no es sino un conocimiento superficial y exterior. No posee en sí mismo, ni por sí mismo, un valor propio. Solamente constituye un grado preliminar en la vía del conocimiento superior y verdadero, que es la sabiduría.
Es muy conocido por quienes han estudiado a los filósofos antiguos que éstos tenían dos clases de enseñanza, una exotérica y otra esotérica. Todo lo que estaba escrito pertenecía solamente a la primera. En cuanto a la segunda, nos es imposible conocer exactamente su naturaleza, ya que por un lado estaba reservada a unos pocos, y, por otro, tenía un carácter secreto. Ambas cualidades no hubieran tenido ninguna razón de ser si no hubiera habido allí algo superior a la simple filosofía.
Puede al menos pensarse que esta enseñanza esotérica estaba en estrecha y directa relación con la sabiduría y que no apelaba tan sólo a la razón o a la lógica, como es el caso para la filosofía, que por ello ha sido llamada "el conocimiento racional". Los filósofos de la Antigüedad admitían que el conocimiento racional, es decir, la filosofía, no era el más alto grado del conocimiento, no era la sabiduría.
¿Acaso la sabiduría puede ser enseñada del mismo modo que el conocimiento exterior, por la palabra o mediante libros? Ello es realmente imposible, y veremos la razón. Lo que podemos afirmar desde ahora es que la preparación filosófica no es suficiente, ni siquiera como preparación, pues no concierne más que a una facultad limitada, que es la razón, mientras que la sabiduría concierne a la realidad del ser al completo.
De modo que existe una preparación a la sabiduría más elevada que la filosofía, que no se dirige a la razón, sino al alma y al espíritu, y a la que podemos llamar preparación interior; éste parece haber sido el carácter de los más altos grados de la escuela de Pitágoras. Ha ejercido su influencia a través de la escuela de Platón y hasta el neo-platonismo de la escuela de Alejandría, donde apareció de nuevo claramente, así como entre los neo-pitagóricos de la misma época.
Si para esta preparación interior se empleaban también palabras, éstas no podían ser ya tomadas sino como símbolos destinados a fijar la contemplación interior.
Mediante esta preparación, el hombre es llevado a ciertos estados que le permiten superar el conocimiento racional al que había llegado anteriormente, y como todo esto está muy por encima de la razón, está también muy por encima de la filosofía, puesto que la palabra filosofía siempre es empleada de hecho para designar algo que sólo pertenece a la razón.
No obstante, es asombroso que los modernos hayan llegado a considerar a la filosofía, así definida, como si fuera completa en sí misma, y olvidan así lo más elevado y superior.
La enseñanza esotérica fue conocida en los países de oriente antes de propagarse en Grecia, donde recibió el nombre de "misterios". Los primeros filósofos, en particular Pitágoras, vincularon a ellos su enseñanza, como no siendo sino una expresión nueva de ideas antiguas.
Existían numerosas clases de misterios con orígenes diversos. Aquellos en los que se inspiraron Pitágoras y Platón estaban en relación con el culto de Apolo. Los "misterios" tuvieron siempre un carácter reservado y secreto, significando etimológicamente la propia palabra "misterios" silencio total, no pudiendo ser expresadas mediante palabras las cosas a las cuales se referían, sino tan sólo enseñadas por una vía silenciosa. Pero los modernos, al ignorar cualquier otro método distinto al que implica el uso de la palabra, al cual podemos llamar el método de la enseñanza exotérica, han creído erróneamente, a causa de ello, que no había aquí ninguna enseñanza.
Podemos afirmar que esta enseñanza silenciosa usaba figuras, símbolos y otros medios que tenían por objetivo conducir al hombre a estados interiores, permitiéndole llegar gradualmente al conocimiento real o a la sabiduría.
Tal era el objetivo esencial y final de todos los "misterios" y de otras cosas semejantes que pueden encontrarse en diferentes lugares.
En cuanto a los "misterios" que estaban especialmente vinculados al culto de Apolo y al propio Apolo, es preciso recordar que éste era el dios del sol y de la luz, siendo ésta en su sentido espiritual la fuente de donde brota todo conocimiento y de la que derivan las ciencias y las artes.
Se dice que los ritos de Apolo llegaron del Norte y esto se refiere a una tradición muy antigua, que se encuentra en libros sagrados como el Vêda hindú y el Avesta persa.
Este origen nórdico era incluso afirmado más especialmente para Delfos, que pasaba por ser un centro espiritual universal; y había en su templo una piedra llamada "omphalos" que simbolizaba el centro del mundo.
Se piensa que la historia de Pitágoras, e incluso su propio nombre, poseen una cierta relación con los ritos de Apolo. Éste era llamado Pythios, y se dice que Pytho era el nombre original de Delfos. La mujer que recibía la inspiración de los Dioses en el templo era llamada Pythia. El nombre de Pitágoras significa entonces "guía de la Pythia", lo cual se aplica al propio Apolo. Se cuenta además que es la Pythia quien declaró que Sócrates era el más sabio de los hombres. Parece entonces que Sócrates estuvo relacionado con el centro espiritual de Delfos, al igual que Pitágoras.
Añadiremos que si bien todas las ciencias eran atribuidas a Apolo, esto era incluso más especialmente en cuanto a la geometría y la medicina. En la escuela pitagórica, la geometría y todas las ramas de las matemáticas ocupaban el primer lugar en la preparación al conocimiento superior. Con respecto a este conocimiento, estas ciencias no eran dejadas de lado, sino que, por el contrario, eran empleadas como símbolos de la verdad espiritual. También Platón consideraba a la geometría como una preparación indispensable a toda otra enseñanza, y había inscrito sobre la puerta de su escuela estas palabras: "Nadie entre aquí si no es geómetra". Se comprende el sentido de estas palabras cuando se las refiere a otra fórmula del mismo Platón: "Dios siempre geometriza", ya que, hablando de un Dios geómetra, Platón aludía a Apolo.
No debe asombrar que los filósofos de la Antigüedad hayan empleado la frase inscrita en la entrada del templo de Delfos, puesto que conocemos ahora los vínculos que los unían a los ritos y al simbolismo de Apolo.
Después de todo esto, fácilmente podemos comprender el sentido real de la frase estudiada aquí y el error de los modernos a este respecto. Este error deriva de que ellos han considerado esta frase como una simple sentencia de un filósofo, a quien atribuyen siempre un pensamiento comparable al suyo. Pero, en realidad, el pensamiento antiguo difería profundamente del pensamiento moderno. Así, muchos atribuyen a esta frase un sentido psicológico; pero lo que ellos llaman psicología consiste tan sólo en el estudio de los fenómenos mentales, que no son sino modificaciones exteriores -y no la esencia- del ser.
Otros aún ven en ella, sobre todo aquellos que la atribuyen a Sócrates, un objetivo moral, la búsqueda de una ley aplicable a la vida práctica. Todas estas interpretaciones exteriores, sin ser siempre enteramente falsas, no justifican el carácter sagrado que poseía en su origen, que implica un sentido mucho más profundo que el que así se le quiere atribuir. En primer lugar, significa que ninguna enseñanza exotérica es capaz de dar el conocimiento real, que el hombre debe encontrar solamente en sí mismo, pues, de hecho, ningún conocimiento puede ser adquirido sino mediante una comprensión personal.
Sin esta comprensión, ninguna enseñanza puede desembocar en un resultado eficaz, y la enseñanza que no despierta en quien la recibe una resonancia personal no puede procurar ninguna clase de conocimiento. Es la razón de que Platón dijera que "todo lo que el hombre aprende está ya en él". Todas las experiencias, todas las cosas exteriores que le rodean no son más que una ocasión para ayudarle a tomar conocimiento de lo que hay en sí mismo. Este despertar es lo que se llama anámnesis, que significa "reminiscencia".
Si esto es cierto para todo conocimiento, lo es mucho más para un conocimiento más elevado y más profundo, y, cuando el hombre avanza hacia este conocimiento, todos los medios exteriores y sensibles se hacen cada vez más insuficientes, hasta finalmente perder toda utilidad. Si bien pueden ayudar a aproximarse a la sabiduría en algún grado, son impotentes para adquirirla realmente, y se dice corrientemente en la India que el verdadero guru o maestro se encuentra en el propio hombre y no en el mundo exterior, aunque una ayuda exterior pueda ser útil al principio, para preparar al hombre a encontrar en sí y por sí mismo lo que no puede encontrar en otra parte, y particularmente lo que está por encima del nivel de la conciencia racional. Es necesario, para lograrlo, realizar ciertos estados que avanzan siempre más profundamente hacia el ser, hacia el centro, simbolizado por el corazón y donde la conciencia del hombre debe ser transferida para hacerle capaz de alcanzar el conocimiento real. Estos estados, que eran realizados en los misterios antiguos, eran grados en la vía de esta transposición de la mente al corazón.
Había, hemos dicho, una piedra en el templo de Delfos llamada omphalos, que representaba el centro del ser humano, así como el centro del mundo, según la correspondencia que existe entre el macrocosmos y el microcosmos, es decir, el hombre, de tal manera que todo lo que está en uno está en relación directa con lo que está en el otro. Avicena dijo: "Tú te crees una nada, y sin embargo el mundo reside en ti".
Es curioso señalar la creencia extendida en la Antigüedad según la cual el omphalos había caído del cielo, y se tendrá una idea exacta del sentimiento de los griegos con respecto a esta piedra diciendo que tenía cierta similitud con el que experimentamos con respecto a la piedra negra sagrada de la Kaabah.
La similitud que existe entre el macrocosmos y el microcosmos hace que cada uno de ellos sea la imagen del otro, y la correspondencia entre los elementos que los componen demuestra que el hombre debe conocerse a sí mismo primero para poder conocer después todas las cosas, pues, en verdad, puede encontrarlo todo en él. Es por esta razón que algunas ciencias -especialmente las que forman parte del conocimiento antiguo y que son casi ignoradas por nuestros contemporáneos- poseen un doble sentido. Por su apariencia exterior, estas ciencias se refieren al macrocosmos y pueden ser consideradas justamente desde este punto de vista. Pero al mismo tiempo también poseen un sentido más profundo, el que se refiere al propio hombre y a la vía interior por la cual puede realizar el conocimiento en sí mismo, realización que no es otra que la de su propio ser. Aristóteles dijo: "el ser es todo lo que conoce", de tal modo que, allí donde existe conocimiento real -y no su apariencia o su sombra- el conocimiento y el ser son una y la misma cosa.
La sombra, según Platón, es el conocimiento por los sentidos e incluso el conocimiento racional que, aunque más elevado, tiene su origen en los sentidos. En cuanto al conocimiento real, está por encima del nivel de la razón; y su realización, o la realización del ser, es semejante a la formación del mundo, según la correspondencia de la que hemos hablado.
Es ésta la razón de que algunas ciencias puedan describirse bajo la apariencia de esta forma. Este doble sentido estaba incluido en los antiguos misterios, del mismo modo que en todas las enseñanzas que apuntan al mismo fin entre los pueblos de oriente.
Parece que igualmente en occidente esta enseñanza ha existido durante toda la Edad Media, aunque hoy haya desaparecido completamente, hasta el punto que la mayoría de los occidentales no tiene idea alguna de su naturaleza o siquiera de su existencia.
Por todo lo precedente, vemos que el conocimiento real no tiene como vía a la razón, sino al espíritu y al ser al completo, pues no es otra cosa que la realización de este ser en todos sus estados, lo que constituye el fin del conocimiento y la obtención de la sabiduría suprema.
En realidad, lo que pertenece al alma, e incluso al espíritu, representa solamente grados en la vía hacia la esencia íntima que es el verdadero Sí, y que puede hallarse tan sólo una vez que el ser ha alcanzado su propio centro, cuando estando todas sus potencias unidas y concentradas como en un solo punto, en el cual todas las cosas se le aparecen, cuando estando contenidas en este punto como en su primer y único principio, puede entonces conocer todas las cosas como en sí mismo y desde sí mismo, como la totalidad de la existencia en la unidad de su propia esencia.
Es fácil ver cuán lejos está esto de la psicología en el sentido moderno de la palabra, y que va incluso mucho más lejos que un conocimiento más verdadero y más profundo del alma, que no puede ser sino el primer paso en esta vía.
Es importante indicar que el significado de la palabra nefs no debe ser aquí restringido al alma, pues esta palabra se encuentra en la traducción árabe de la frase considerada, mientras que su equivalente griego psyché no aparece en el original. No debe pues atribuirse a esta palabra el sentido corriente, pues es seguro que posee otro significado mucho más elevado que le hace asimilable al término esencia, y que se refiere al Sí o al ser real; como prueba, tenemos lo que se dice en el siguiente hadith, que es como un complemento de la frase griega: "Quien se conoce a sí mismo, conoce a su Señor".
Cuando el hombre se conoce a sí mismo en su esencia profunda, es decir, en el centro de su ser, es cuando conoce a su Señor. Y conociendo a su Señor, conoce al mismo tiempo todas las cosas, que vienen de Él y a Él retornan. Conoce todas las cosas en la suprema unidad del Principio divino, fuera del cual, según la sentencia de Mohyiddin ibn Arabî, "no hay absolutamente nada que exista", pues nada puede haber fuera del Infinito.
Traducido del Cap. VI de la 1ª parte de "Mélanges", París, Gallimard, 1976. (Publicado la primera vez en árabe en la revista El-Ma’rifah, nº 1, mayo de 1931).

Amanita muscaria y Cannabis Sativa- ¿Llaves de la cristiandad?- Compra Soma.

Amanita muscaria y Cannabis Sativa- ¿Llaves de la cristiandad?- Compra Soma.

Comentario de la editorial: Aquí no representamos a la Marihuana, en efecto, hay informes de investigación bastante creíbles que afirman, por ejemplo, que puede provocar esquizofrenia en ciertos individuos sensibles. Pero el siguiente artículo es una interesante repetición de la demanda de que el cristianismo emergió de un antiguo culto a un hongo. La cristiandad es una religión lo suficientemente madura como para sentirse ofendida por esta exuberante excursión antropológica dentro de su posible prehistoria.
El Rig-Veda, una de las más ancianas escrituras de la humanidad, contiene unos más de mil poemas ensalzando el mérito y las virtudes del “Rey Soma”, que es representado como un relámpago-naciente, deidad que reside en la montaña y el elixir de tintes urinarios de salud y energía, también elogiado como el medio directo de comunión con lo divino y como la inspiración suprema poética y musical.
En el libro de R. Gordon Wasson: “Soma- El divino hongo de la inmortalidad”, (1969), se identifica el Soma como un preparado de la Amanita Muscaria, un hongo que se encuentra bajo las coníferas y que tiene la cabeza de color rojo-sangre manchada con puntitos blancos, y las flores resinosas del Cannabis Sativa, comúnmente conocida como Marihuana.
Wasson apunta las antiguas escrituras hindúes describiendo bebidas urinarias como otorgantes espirituales, justo como los chamánes siberianos beben la orina de los renos alimentados con la Amanita Muscaria, los cuales presentan los apropiados síntomas de la intoxicación del hongo con el fin de obtener penetración y sabiduría. Esto ocurre porque el muscimol, como elemento psicoactivo de la Amanita Muscaria, permanece activo en la orina durante más de siete reingestiones o para el uso de otros, los cuales beben los chamánes como vino santo, la personificación de la verdadera transubstanciación.
John Marco Allegro usó la teoría y comparativa lingüística de Wasson para descifrar los evangelios sobre Jesús y los rollos del Mar Muerto. Él fue sumariamente rechazado del tema de la traducción de estos documentos, por la publicación de sus conclusiones en su libro “El Hongo Sagrado y la Cruz”, (1970).
Clark Heinrich llegó más allá en sus investigaciones publicadas sobre enteógenos - sustancias orgánicas las cuales aumentan los sentimientos de lo divino que reside en el interior de aquellos que los ingieren- en su libro “Extraño fruto- Alquimia y Religión, la Verdad oculta, (1995, Bloomsbury Press), explica el caso de la Amanita Muscaria como la clave interpretativa del mito simbólico de los Vedas, la Torah y el Talmud y los evangelios sobre Jesús, y también como la verdadera identidad de la Piedra Filosofal de la Alquimia y el Santo Grial, el cual Heinrich sugiere que es simplemente el cáliz en forma de hongo.
El papel del Mesías o “Ungido”- literalmente, “embadurnado de semen”. Jesús como símbolo del hongo.
Jesús es retratado como el Hijo de Dios, enviado para cumplir el papel de Mesías o “Ungido”, literalmente “embadurnado de semen”. Como hongo, la Amanita Muscaria no disemina sus semillas tal como lo hacen las plantas, sino que eyacula esporas microscópicas las cuales crean como una red de hongos en forma de hebras en la base de las coníferas, desde las cuales las tormentas provocan más hongos. Anterior al conocimiento de las esporas, se pensaba que los relámpagos eran la fuente de los hongos, y se consideraba que los relámpagos eran los apasionados progenitores divinos en forma de lanza, por eso los hongos fálicos eran llamados “Hijos de Dios”.
Las esporas eyaculadas por el hongo dejan una especie de capa aceitosa sobre la cabeza de color rojo sangre manchada de pinchos blancos, de ahí el término Mesías, (Ungido), y las alusiones a cardos entrelazados, sacrificios de frente sangrienta, tales como el milagroso “carnero” de Abraham (Génesis 22:13) y Jesús el “Cordero de Dios” coronado de espinas.
Los hongos eran también vistos como criaturas aladas, o coronadas por una cofia nebulosa o “halo”, portando un “mensaje” divino, la definición más exacta de la palabra “ángel”. Algunos hongos eran buenos o nutritivos, otros eran malos o venenosos, pero la Amanita Muscaria era considerada “bendita” y capaz de otorgar salud, energía, inspiración y el poder de la predicción.
La ingestión de la Amanita Muscaria puede reavivar al enfermo mortal y permite a la gente llevar a cabo inusuales proezas de resistencia. Los gnósticos usaron el hongo para acceder a la “Gnosis” o “Sagrado conocimiento” y obtener en privado la facultad de ver el Reino por sí mismos.
La experiencia puede ofrecer también un muy profundo sueño, aparentando que el que ha ingerido dicho hongo ha muerto, sólo para ser “resucitado” hasta que el efecto desaparezca. El hongo en descomposición huele como a carne podrida que atrae a las moscas, de lo cual resulta otro término descriptivo para dicho hongo: “Fly-agaric” (matamoscas). Las moscas parecen morir al contacto con el hongo, pero si se observan en un periodo de 12 horas, no obstante, los insectos experimentan la “resurrección” y huyen volando.
Así como señaló John Allegro, la “Cruz” es simplemente el símbolo cuneiforme del hongo, justo como Esculapio (Asklepios en griego) , o la serpiente entrelazada rematada por un disco alado que encontramos en casi todo lo referente a medicinas o farmacias, es también sólo un símbolo antiguo del hongo.
Jesús como símbolo de la Marihuana.
Jesús es representado también como descendiente de una virgen llamada María, que representa el Cannabis Sativa o Cáñamo, ya que las plantas femeninas son enclaustradas, o mantenidas aparte de las plantas masculinas, con el fin de producir más THC, la sustancia química que se encuentra en la resina de las flores del Cannabis las cuales son comúnmente conocidas como Marihuana.
Jesús lleva a cabo sorprendentes curaciones similares a las confirmadas por el efectos medicinales del THC.
Curaciones de Jesús Tratamiento de enfermedades THC
Ceguera Glaucoma
Sordera Tinnitus
Cojera Artritis
Lepra Lesiones de la piel.
Posesiones demoníacas Epilepsia, esclerosis múltiple.
Náuseas, vomitera, calambres, migraña.
El Cannabis no solo cura a la gente, también restaura la capa superficial del suelo de tierras pobres como a las que los judíos estaban relegados. Marcos 4:3-8, la parábola del sembrador, es una referencia principal al Cáñamo ya que: a) la semilla del Cáñamo (cañamón) es la comida favorita de la mayoría de especies de pájaros; b) el Cáñamo crece muy rápido (teniendo cuatro temporadas por año en climas tan diversos como Siberia y Jamaica); y c) el Cáñamo, a diferencia del trigo y otros cultivos, se reproduce por sí mismo 30, 60 y 100 veces, así como cualquier “mala hierba” lo haría.
El Cannabis era la base de la civilización pre-industrial, proporcionando el alimento más nutritivo de la Tierra para los seres humanos y los animales (Cáñamo), la cuerda y la lona para las tiendas y la ropa (las ’ lonas que son derivadas de la palabra ’ Cannabis ’), el combustible para la calefacción y cocinar (aceite de semilla), los medios la pesca y el viaje por mar (de velas, de cuerda para el aparejo y las redes, de sellante para los barcos) y el aceite y el barniz de madera (aceite de semilla envejecido), parte de los medios ocupacionales de un carpintero, José, al que representan como marido de María.
La importancia del mito Jesús.
Si Jesús es sólo una personificación ficticia las setas psicodélicas y la marihuana, ¿cuál es el significado de su castigo capital en manos de autoridades civiles y religiosas y su subsecuente resurrección celebradas en Pascua?
La vida de Jesús y su ejecución simbolizan los antagonismos inherentes entre la generosidad orgánica de la tierra respecto al alimento, provisiones y medicina más el hecho natural de la mortalidad humana contra la economía de la pseudo-escasez del estado tecnológico centralizado y de los aseguramientos vacíos de la inmortalidad humana por los políticos eclesiásticos esotéricos, ambos los cuales beneficien la miseria y la enfermedad humanas así como la ignorancia e indiferencia ambientales.
Prohibiendo y criminalizando la esencia misma de ’ Jesús ’, el estado moderno realiza completamente su designación bíblica como el ’ Anticristo ’, orquestando la monopolización de la ecología y la economía por las corporaciones cuyos substitutos inferiores para recursos botánicos profanan la tierra y sus habitantes - una ’ abominación que causa la desolación ’.
Irónicamente, ocurre muy a menudo que los que se designaron a sí mismos como cristianos, son los más vocales y activos en el apoyo para que las medidas persigan y encarcelen a aquellos que conocen realmente a “Jesús” más íntimamente que cualquier petulante prohibicionista, e incluso los supuestos cristianos leen y estudian los evangelios de Jesús impresos en papel tejido-fino del cáñamo usado en la mayoría de las biblias modernas (fuente: Libros De Zondervan). Rechazan el verdadero sacramento y preparan pan rancio y uvas amargas.
La resurrección de Jesús simboliza el rendimiento fiel de la tierra al verdadero sacramento así como la esperanza inmortal que la humanidad puede aprender a reconocer y abrazar en los medios naturales de vivir y en el hecho natural de morir y en adelante vivir plenamente, incluso bajo pena del encarcelamiento, de la persecución y de la muerte.
Demostrando que la mayoría de los mitos sagrados son símbolos del uso psicodélico de un hongo y de la marihuana, Wasson, Allegro y Heinrich exponen sus demandas de acceso único a la comunión con lo divino así como demandas del derecho a la vida eterna y a la dicha, hechas por aquellos que prohibían con eficacia los medios más fáciles de alimentar al hambriento, vestir el desnudo, abrigar al indigente y atender al enfermo, criminalizando el ’ soma ’ (véase la nota abajo) de Jesús, rey de reyes.

Nota:’Cuerpo’ en griego, Marcos 14:22.
Jason Fitzgerald.- Adaptado desde un e-mail del Banco Global de Ideas.
Traducción del inglés x G.S.


Más sobre Soma, drogas y la Amanita Muscaria...
Droga es un término de origen nórdico incorporado al castellano a finales del siglo XV y que significa, según el diccionario de Corominas, “malo”. Procedería de igual manera droug en bretón, droweg, en galés, droch, en irlandés… y se aplicaba tanto a sustancias químicas como a mercancías ultramarinas, porque sus características organolépticas eran extrañas a nuestra cultura (la cultura autóctona). David – Peyre y Pigeaud sostienen un origen similar, del alemán antiguo Troch, del holandés Drohe, que significaba seco y malo y del francés drogue que significaba arenque, por su olor; por eso se llamaba droguerie a la pesca y drogueur al pescador. En su evolución, la palabra droga pasa a designar especies de plantas medicinales. Hay que tener en cuenta que un término amplía o reduce con el tiempo, e incluso cambia su significado. Ya droga como sustantivo aparece en textos ingleses de finales del siglo XIV, lo cual quiere decir que ya se usaba con anterioridad.

. Es en el siglo XVII cuando los farmacéuticos reducen el significado del término, a planta medicinal.
. En los tesoros de la Lengua Castellana o Española, como se decía antes, nos dice S. de Covarrubias: “Curar con simples es curar con hierbas sin que haya admisión de una droga con otra”.
. En el siglo XIX se amplía el significado de la palabra, entendiéndose por tales a otras sustancias empleadas, como fármacos y así aparece en el Diccionario de Medicina de Littre.
. La sinonimia entre droga y fármaco continúa sobre todo en países sajones, donde drug es droga y es medicamento.
. Según la OMS es toda sustancia que introducida en un organismo vivo puede modificar una o más funciones de éste (la definición, como se ve, es muy amplia).

Actualmente, nosotros empleamos este término limitándolo a las que producen dependencia física, psíquica, o ambas. Además y es de vital importancia, tienen en la persona la capacidad de alterar la percepción de la realidad, o lo que nosotros consideramos realidad. Realmente ésta es la propiedad que hace que algo, una sustancia sea una droga y en verdad lo que el sujeto busca es esa alteración de la realidad.

Junger decía que algo es droga cuando produce “rausch”, se podría traducir por narcosis, embriaguez, éxtasis. Esta especificidad no hay que buscarla sólo en la sustancia, sino en la intención del individuo o del grupo humano en concreto.

¿Cuándo y cómo empieza la búsqueda y el uso de las drogas en la humanidad?
Es lógicamente una pregunta sin una respuesta verídica objetiva hoy en día, pero sí conjeturable, y es a través del chamanismo. El chaman es un término que nos viene a través del ruso, concretamente de la cultura Tungus y significa mago, hechicero, lo que los sajones llaman medicine-man.

Mircea- Eliade que se ha dedicado al estudio comparado de las religiones, dice que chaman es más que mago o hechicero , es el que es capaz de llegar al éxtasis; por tanto, el chamanismo es la técnica del éxtasis y éste es el máximo exponente de la religiosidad con la cual se maneja al grupo en el cual uno se mueve.

El chamanismo es la mística de la religión, sea ésta cual fuere y nos estamos refiriendo lógicamente a religiones primitivas, pues luego las sociedades se han hecho más complejas y lógicamente las liturgias se han aculturado.

En el éxtasis uno puede o cree poder hacerlo, el comunicar con los espíritus y la forma de llegar a este éxtasis es variada, el ayuno, la flagelación, privación de los sentidos, ejercicios respiratorios, meditación, danzas y el más fácil de todos si se sabe el truco, este es, con alucinógenos.

El primer alucinógeno (distorsionador de la realidad) que históricamente conocemos es el Soma, de los pueblos indoiranios o arios.

Alrededor del 2000 a.C. y en distintas oleadas procedentes de las llanuras entre el Mar Caspio y el Mar de Aral, explosionaron en todas direcciones, pero un grupo a través del actual Irán, llegó a la India y con el rey Asoka completaron la dominación de Valle del Indo. Estos tenían un dios, que era Dios-planta, esto está plasmado en los Cantos Védicos; en el primero llamado Rig-Veda que está dividido en 10 mandales o libros menores y el noveno está dedicado al Soma, éste era inmortal y confería inmortalidad a los otros dioses. Reza así: “A ti que eres portador de las fuerzas viriles en las residencias del gran Cielo, nosotros te imploramos, amado Soma, mediante esta buena obra. A ti, oh Soma de la buena fuerza desde el Cielo, tu que eres el rey con vistas a la riqueza. El águila de vuelo seguro te ha traído. (Versos traducidos del sánscrito)

El Rig Veda dice que este Soma, además de estar en el cielo se encuentra en las montañas.

Watson, después de muchas dudas y elucubraciones que no vienen al caso, reconoce en el Soma (sin que ello sea dogma de fe, claro) a la Amanita muscaria, es el fly-agaric inglés, el fliegenpilz alemán, la fausse orange francesa, también llamada tue-mouche o crapauden y en rusia se la conoce por Mukhomar, es un hongo abundante en todo el norte de Eurasia.

Su acción y efectos, los sanitarios los conocen bien: sopor, visiones coloreadas, alegría y júbilo… con una duración de tres a cuatro horas. Sus principios activos son la muscarina, el ácido iboténico, el muscimol, etc…

Soma viene del sánscrito primitivo SU que quiere decir prensar, o sea, que sería lo exprimido. Ofrecían primero el Soma a Indra, dios de la guerra: “Purifícate para la embriaguez, tú que tienes mirada de hombre, para placer de los dioses,¡ oh jugo de Soma! Para que Indra beba”; después bebían los Sacerdotes.

También explica el Rig Veda los problemas que traía pasarse de dosis con el Soma y lógicamente se correspondía con los síntomas de una intoxicación muscarínica, teniendo en cuenta las dificultades a veces insalvables, en la traducción de estos textos.

Otras acepciones en tierras de culturas originariamente similares son el Haoma del Avesta persa; su origen antropológico es el mismo y parece que la sustancia era también un extracto de A. muscaria. La Amanita muscaria ha sido usada por todas las culturas protoindoeuropeas, uraloaltaicas y paleosiberianas hasta que el actual hombre blanco introdujo el alcohol y cambió las costumbres.


Enteógenos en el Mediterráneo-2-

Los efectos fisiológicos de la atropina y la hiosciamina son muy intensos y no voy a detallarlos ahora. Es ya algo conocido que ambos alcaloides comienzan paralizando el vago, la tráquea y los nervios del sistema vegetativo, de ahí que las visiones y efectos psicoactivos es probable que tengan relación con esta paralización del sistema nervioso parasimpático.
Sin duda, es debido a su elevada toxicidad que tradicionalmente la Datura stramonium ha sido ingerida por las personas a través de la epidermis y las mucosas del cuerpo. En algunos casos se aplica el jugo crudo de la planta, y en otros casos se aplica por medio de ungüentos elaborados con éste y otros especímenes. Fue este segundo sistema de aplicación vía mucosas el que generó la antigua imagen de la bruja que vuela montada en una escoba: en efecto, las mujeres europeas se untaban sus mucosas vaginales con las pócimas que cocinaban a base de estramonio, y para ello debían usar algún palo que les permitiera la administración intravaginal. Como la embriaguez aparece en pocos instantes, las mujeres tenían la sensación de alzarse por los aires montadas en el diabólico palo.
En este mismo sentido, las visiones que induce el consumo de estramonio tienen más relación con experiencias de vuelo que otros psicótropos. Produce una intensa sensación de que el individuo intoxicado vuela a otras dimensiones de la realidad donde conoce personas y situaciones nuevas, pero en especial se tiene la clara sensación de poder conocer lo que sucede en mundos lejanos. De ahí que el Tribunal de la Inquisición acusara a menudo a las brujas europeas de conocer eventos que habían sucedido lejos de ellas, y de que eso sólo podía hacerse con la ayuda del diablo, lo cual era un buen argumento para tostarlas vivas. Por otro lado, ellas mismas afirmaban disponer de tal capacidad de conocimiento gracias a los secretos de las pócimas que usaban. En una de mis investigaciones hallé un pueblecito al norte del Ecuador, conocido como Mira, donde los pobladores son claros descendientes de españoles no mestizados con los indígenas quechuas de sus alrededores; en esta extraña población, las mujeres son conocidas por lo alrededores como "voladoras" y, en mi opinión, se trata de los descendientes de una comunidad de hechiceros que probablemente emigraron a lo largo del siglo XVII a este rincón de los Andes donde han mantenido vivas sus prácticas (ver FERICGLA, 1993 a).
Referido al estramonio, también hay otro aspecto importante a comentar. Es que las complejas composiciones psicoactivas usadas en Europa entre los siglos trece y diecinueve ponen de manifiesto que existía un cúmulo muy importante de conocimientos referidos al uso de los enteógenos, ya que además de las substancias psicótropas propiamente dichas usaban elementos activadores como el hollín y el carbón, y también se añadía en las pócimas sustancias equilibradoras y plantas purificadoras como el apio silvestre, el perejil y la cincoenrama para contrarrestar la toxicidad de ciertos enteógenos naturales.
5) La quinta planta a la que me voy a referir es la Belladona, la Atropa Belladona. También ha sido muy usada como enteógeno en las tradiciones de hechiceras españolas y de Europa en general. En España su uso era muy conocido, a pesar de la rareza de esta planta solanácea en la Península Ibérica, ya que solo crece en los hayedos y robledales de la zona pirenaica y prepirenaica.
Sus hojas contienen una gran cantidad de potentes substancias psicoactivas (como hiosciamina y atropina), e históricamente ha sido otro de los especímenes más usados desde la cuenca mediterránea hasta centroeuropa para inducirse estados modificados de la consciencia. Así por ejemplo, el sabio de la antigüedad Dioscórides afirmaba que bebiendo el extracto de la cantidad de raíz de Belladona que cabría en un dracma, el sujeto entraba en estados de locura y tenía ciertas imaginaciones muy agradables que sabía entender como si se tratase de sueños nocturnos.
También la intoxicación de Belladona era frecuente entre los adolescentes de los lugares europeos donde crece, ya que solían comer sus frutos dulces que semejan uvas negras. Otro detalle que puede dar idea de su importancia histórica, es que en España, y a pesar de su relativa escasez, fue tan usada en la farmacología tradicional que incluso hay una Orden Ministerial actual, del año mil novecientos cuarenta y nueve, que prohibe la recolección de la Belladona silvestre. Y estoy hablando de mediados del siglo XX, cuando todavía no existía ninguna prohibición sobre el consumo de enteógenos.
Ya he comentado antes la forma de actuación de la hiosciamina y de la atropina: paraliza el sistema vegetativo, pero además, la Belladona dilata muchísimo las pupilas, y los ojos adquieren un todo brillante y muy hermoso. De aquí, el nombre popular de "belladona" con que fue bautizada esta planta durante la Edad Media en Italia, donde era usada como cosmético femenino para embellecer los ojos.
En Europa hay bastantes historias antiguas y muy divertidas que hablan del uso de este enteógeno por parte de las mujeres para autosatisfacerse sexualmente, poniendo los cuernos a su esposo con los hombres que aparecerían en las visiones después de haber tomado Belladona.
En referencia a la forma tradicional de consumir la Belladona sola, se han hallado escritos en los que se indica la necesidad de moler entre 30 y 200 gr. de hojas secas, o entre 30 y 120 gr. de raíz para que sea efectivo, y luego ingerirlo por vía oral o fumando tales partes secas del vegetal. No obstante, la mayor parte de la información conservada sobre el consumo de Belladona habla de esta planta como de uno de los componentes activos que usaban en combinación con otros para elaborar complejas pócimas enteógenas. Como he comentado antes, en estas mixturas se incluían substancias enteógenas además de otras plantas desintoxicadoras y estabilizadoras. Como ilustración cabe citar la composición del denominado Electuario Satánico, famosa pócima enteógenas consumida por las hechiceras. En él se mezclaban seis enteógenos distintos, además de otras plantas probablemente estabilizadoras y potenciadoras del efecto.
6) La siguiente planta embriagante conocida y usada en el mediterráneo desde épocas antiguas es el Opio, la Papaver somniferum. La planta es popularmente denominada en castellano como "dormidera", y así se diferencia de la resina que es el "opio". No me quiero alargar mucho sobre este espécimen porque ya es universalmente conocido y existe mucha literatura sobre ello. Tan solo recordar que la Papaver somniferum es fuente natural de los múltiples derivados opiáceos descritos por los farmacólogos, y que sus aplicaciones terapéuticas han sido y son tan extensas que merecería recibir el título de "medicamento único", en el sentido de que si hubiera que dejar un solo elemento terapéutico sobre la Tierra, éste debería ser el opio.
La resina de la dormidera contiene una cantidad extraordinaria de alcaloides y no solo en variedad sino también en cantidad: según Wehmer tan sólo la narcotina y la morfina juntas constituyen alrededor del 16% del peso de la Papaver, y todos los demás alcaloides suman un 1% más, cantidades increíblemente elevadas en comparación con la rentabilidad química de otros vegetales.
Desde un punto de vista histórico en las latitudes mediterráneas, el uso de dormidera se remonta al año 3.000 a.C., época en que es probable que llegara desde Grecia proveniente de más al Oriente. En la cuenca mediterránea crece especialmente la variedad de dormidera de flores blancas, que produce cápsulas más pequeñas que la variedad de flores rojas 3/4 aunque no es difícil hallar también la variedad de flores rojas. Hasta la segunda mitad del siglo XX ha sido una práctica muy habitual y familiar que en cada huerto doméstico se sembraran diversas plantas de dormidera para uso propio de la familia que trabajaba el huerto. Nuestros ancestros más recientes las tomaban para combatir el insomnio, el dolor de muelas y el de oído; se usaba también para calmar a los niños cuando lloran demasiado y como analgésico general. En toda la cuenca del Mediterráneo aun hoy es habitual que se utilicen las semillas para adornar los pasteles hechos en casa, y las famosos cápsulas coronadas y secas se emplean para confeccionar ramos secos que adornan los centros de las mesas. También hasta hace pocas décadas se tomaba la dormidera con fines embriagantes y narcóticos. En la actualidad, hay muchos campesinos que siguen cultivando dormidera en su huerto para el autoconsumo, pero saben que es algo prohibido y prudentemente las esconden de la vista de los paseantes. Si la policía española descubre un huerto con algunas plantas de opio no suele denunciar ni encarcelar al campesino, solo se le ordena que las arranque "porque hay drogadictos que pueden venir a robarlas", nada más. En cambio, si la misma policía descubre un joven con esta pequeña plantación puede incluso ponerlo en manos de un juez.
A pesar de todo ello, el principal uso del opio como embriagante se dio y se registra aun hoy, en la parte oriental del Mediterráneo: en Turquía (a pesar de la rígida prohibición actual), en Irán y en la ex-Yugoslavia, y por supuesto su consumo aumenta si nos internamos hacia los países del centro y extremo Oriente.
7) La siguiente planta estupefaciente de importante uso tradicional es el beleño o "hierba loca", la Hyoscyamus niger L. Como otras plantas mediterráneas que tienen los mismos potenciales visionarios, el beleño contiene l-hiosciamina convertida en mayor o menor grado en atropina y escopolamina.
Al igual que los anteriores especímenes vegetales, también éste ha sido usado como embriagante a lo largo de toda la historia del Viejo Mundo gracias a que tiene una gran difusión geográfica espontánea, y a que su cultivo por parte del ser humano resulta muy fácil. Probablemente favoreció su gran difusión el hecho de que los alcaloides penetren directamente a través de la piel y de las mucosas, lo cual facilita su administración.
Referido a sus efectos fisiológicos y psicótropos no los repetiré, pero tiene los mismos que he descrito antes al hablar de la belladona y del estramonio. También el beleño produce una especial sensación de gran ligereza corporal, de perder peso hasta el punto de poder volar por los aires a voluntad. Esta sensación es tan vívida que también fue inmortalizada por las mismas leyendas de hechiceras voladoras que se han comentado en líneas anteriores.
Es muy probable que el beleño sea la planta que se utilizó con más frecuencia como enteógeno en las tradiciones de hechicería medieval europea. Hay muchísimas historias interesantes, ilustrativas y divertidas sobre su uso como embriagante popular y como somnífero: en castellano, por ejemplo, hay un refrán que dice: "al que come beleño no le faltará el sueño"; y para explicarles solo alguna anécdota, les contaré que durante los largos siglos del medievo era algo muy difundido que los gitanos solían echar semillas de beleño sobre las brasas de los baños públicos para narcotizar a los bañistas ingenuos y robarles las bolsas de dinero.
Al igual que los demás enteógenos de que he hablado, también el beleño ha sido muy usado como remedio para tratar diversas patologías porque mitiga el dolor físico, induce al olvido y calma el dolor espiritual sumergiendo al sujeto intoxicado en una completa inconsciencia. Justamente por ello la aventura etimológica ha generado diversas palabras en castellano que derivan del denominativo de esta planta como, por ejemplo, el verbo "embeleñar" y "embelesar" que significa dejar a alguien atontado por el motivo que sea. También hay algunos lingüistas que sostienen que el término castellano "veneno" proviene de esta planta. Incluso, la palabra popular para referirse al Hyoscyamus parece tener su raíz en el nombre de Belenos, divinidad gala a la que gustaba la ebriedad del beleño. También en Egipto aparece el beleño, mencionado en el Papiro Eber, del año 1.500 a.C., y en diversos trabajos de eruditos se sugiere que las sacerdotisas de Delfos realizaban sus profecías intoxicadas con humo de beleño.
8) Otro de los recursos narcotizantes usado con cierta profusión en las tradiciones mediterráneas era de origen animal: el sapo, Bufo s.p.. También en Sudamérica se ha informado del uso de este animal con finalidades enteógenas. Las glándulas que genera este batracio sobre su espalda contienen una substancia conocida como bufotenina que ya fue aprovechada a lo largo de la Edad Media como recurso químico natural por parte de las hechiceras, y es usada todavía hoy en medicina como alucinógeno. Algunas referencias detalladas de este uso histórico de la bufotenina aparecen en las acusaciones de cinco brujas de Fago (Aragón, España) juzgadas alrededor del año 1657. A partir de unas notas escritas sobre el juicio a que las sometió la Inquisición antes que quemarlas se extrae lo siguiente: "La rea decía que tenía un sapo y lo azotaban con un brezo, y cogían lo que le hacían echar y se untaban con ello e iban donde querían".
En Cataluña ha quedado una supervivencia actual referida al uso humano de los sapos. Hasta hace solo treinta años que en la cordillera septentrional de los Pirineos se aplicaba una forma de justicia popular llamada "el enarenamiento", término que proviene de "arena" y que consistía en castigar a los pequeños delincuentes en el mismo pueblo donde eran atrapados, sin necesidad de ponerlos en manos de la justicia regular. Para llevar a cabo tal castigo se llenaba una media de mujer con arena y se golpeaba al convicto en la espalda y el pecho durante el tiempo decidido. De esta forma se le dejaba dolorido por unos días sin causarle heridas externas -y por ello, es un método que se sigue usando por parte de la policía de algunos países como forma de tortura que no deja secuelas aparentes-. Pero si el castigo que merecía el delincuente era mayor, la gente del pueblo metía un sapo vivo entre la arena que llenaba la media y esto producía que el convicto, no solo quedaba con el dolor físico de los golpes, sino que olvidaba lo que le había sucedido en aquellas horas y además tenía visiones que podían aterrorizarlo, lo cual aumentaba el dolor del castigo.
A diferencia de otros potentes enteógenos tradicionales de uso extenso en la cuenca mediterránea, entre las zonas corporales donde antiguamente aplicaban el líquido espeso extraído del sapo nunca aparecen citados los genitales. Es extraño ya que esta parte del cuerpo humano es el punto de mayor absorción fisiológica y es donde las brujas se aplicaban los demás ungüentos de que he hablado. Nunca he realizado auto experimentación con ello, pero es probable que la bufotenina sea bastante irritante y llegue a producir dolor, por lo que nunca se aplicaba dérmicamente, a pesar de su toxicidad.
9) Para acabar, y sólo como un corto comentario, quiero hablar del antiguo uso de la Cannabis indica o sativa, y de las lechugas que hoy ingerimos en nuestras ensaladas. Ninguno de estos dos especímenes vegetales es propiamente visionario, pero en cambio sí disfrutan de ciertos potenciales narcóticos que han sido conocidos y aprovechados desde hace milenios en la zona mediterránea.
Tal y como ha verificado la arqueología, la planta del cáñamo fue la primera en ser cultivada por el ser humano, y en el Mediterráneo era, y todavía es, usada para extraerle las largas fibras vegetales con las que se hacen cuerdas y tela, y también por sus efectos embriagantes. Desde muy antiguo que tenemos recetas para comerlo, para absorber sus humos, para beberlo en infusión, etc. No merece que aquí haga un comentario más extenso sobre ello dada la gran abundancia de información bibliográfica que existe sobre el tema. Es preferible que dedique el poco tiempo que me resta a hablarles en referencia a la humilde lechuga doméstica.
De ella, cabe mencionar que el látex blanco y lechoso que segrega la planta cuando está madura se seca rápidamente tomando un color ocre. Este mismo látex amargo y acre es el que convierte las hojas de la lechuga en incomestibles cuando está madura, pero es también donde hay la mayor cantidad de principios narcóticos conocidos y aprovechados en diversas mixturas cocinadas por los boticarios de épocas antiguas. En toda la zona del Mediterráneo también se registra -desde tiempos clásicos hasta la actualidad- un amplio uso popular de la lechuga para inducir estados de somnolencia en adultos y niños. En España, en concreto, es muy antiguo el remedio de dar un par de hojas verdes de lechuga a los niños que tienen un ataque de lloros nocturno para que se duerman con suavidad.
Así pues, a semejanza de lo que sucede en la actualidad, durante los siglos medievales en que las brujas y hechiceras mediterráneas utilizaban las complejas fórmulas psicoactivas para realizar sus vuelos interiores y para satisfacer sus expectativas de conocimiento, los boticarios oficiales hacían uso de los mismos compuestos cuyos efectos, naturalmente, eran similares. La diferencia estaba en que mientras la Santa Inquisición quemaba a las brujas, los boticarios estaban avalados por la ortodoxia del poder. Para acabar con un ejemplo ilustrativo, a principios del S. XVII se hicieron famosas en la Europa meridional las Tabletas de Roscellus muy deseadas para dormir profundamente, y en la siguiente tabla les muestro su fórmula magistral: una lista casi completa de todas las plantas cuyo uso fue causa de muerte en la hoguera para millares de pobres mujeres acusadas de hechicería, pero que en manos de otros fue origen de riquezas y prestigio.
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Fórmula de las Tabletas de Roscellus
Siglo XVII
Corteza de raíces de mandrágora...................... 1 puñado
Semilla de beleño..................................... 30,6 gr
Semilla de adormidera blanca.......................... 30,6 gr
Semilla de adormidera roja............................ 30,6 gr
Macháquese y póngase en agua de fuente............... 1 litro.
Cuézcase hasta que se consuma la tercera parte; cuélese;
añádase a la coladura azúcar muy blanco.
Cuézcase de nuevo hasta que el azúcar quede casi consisten-te;
añádase:
Nuez moscada.......................................... 7,6 gr
Galia almizclada...................................... 7,6 gr
Madera de áloe........................................ 7,6 gr
Corteza de mandrágora................................. 11,45 gr
Semilla de beleño..................................... 11,45 gr
Semilla de adormidera roja............................ 11,45 gr
Semilla de adormidera blanca.......................... 11,45 gr
Opio.................................................. 7,6 g
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También en la misma época, los frailes del Císter, de Cluny, los cartujanos y otras órdenes religiosas cristianas se afanaban en perfeccionar las bebidas alcohólicas que hoy podemos saborear con un punto de perfección tan envidiable como las cervezas belgas, el cava catalán y el champán francés, los licores estomacales cuyos nombres de santos indican su origen y los moscateles derivados de los vinos de misa. ¡Qué lastima si se hubieran perdido en la oscuridad de la historia!
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BIBLIOGRAFÍA
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Enteógenos en el Mediterráneo -1-

Enteógenos y principales embriagantes tradicionales en el area mediterránea
Dr. Josep Mª Fericgla
MGS-Universitat de Barcelona
Societat d’Etnopsicologia Aplicada i Estudis Cognitius

Se ha hablado y escrito mucho sobre el uso de substancias enteógenas en el mundo tradicional americano. Por ello, no voy a dedicar este texto a añadir teoría antropológica sobre los estados modificados de la consciencia, que es el tema en que estoy investigando actualmente, sino que he preparado una conferencia para explicarles que también en nuestras sociedades mediterráneas tradicionales ha habido un uso abundante de recursos fitoquímicos para modificar a voluntad el estado de la consciencia.
El problema de la investigación en el Viejo Mundo es que la mayoría de tradiciones sobre la forma de preparar los enteógenos y la identificación de las substancias concretas, se han perdido en las tormentas de la historia moderna, con la excepción de las bebidas alcohólicas. Aquí ya no disponemos de minorías étnicas exóticas como sucede en América del Norte y muy especialmente en América del Sur y Centro, con su correspondiente chamán, su anciano sabio que sabe de plantas medicinales y la mujer de la tribu que conoce los secretos de la preparación.
En Europa estamos recuperando los conocimientos sobre las substancias enteógenas usadas en la antigüedad, pero prácticamente se ha perdido todo rastro de los ritos populares en que se consumían enteógenos. Tan sólo se sabe algo de los más famosos antiguos ritos, como los griegos de Eleusis y Samotracia (por ello también me ahorraré hablar de la función ritualizada de la ergotamina extraída del Cornezuelo del centeno: hay bastante información sobre ello). En la Europa mediterránea únicamente ha sobrevivido el consumo tradicional de enteógenos hasta la actualidad en lugares muy, muy marginales de las zonas montañosas de los Pirineos o de los Alpes, donde queda algún anciano que consume hongos visionarios de forma lúdica e individual. Por supuesto, no me voy a referir aquí a las nuevas generaciones interesadas en el tema, ya que la mayoría de ellas son producto de la experiencia psicodélica de hace treinta años y no de tradiciones ancestrales.
Por este motivo, en la conferencia de hoy haré una exposición rápida de las once substancias con potencial psicoactivo más habitualmente usadas en las antiguas tradiciones del mundo mediterráneo: diez plantas y un animal. Tampoco voy a tratar el consumo de substancias alcohólicas ni tabaco. Ya hay mucho escrito sobre ello.
1) Empecemos con los hongos. La etnohistoria de la cuenca occidental mediterránea ha permitido conocer el extenso uso tradicional de la seta embriagante Amanita muscaria, el conocido hongo de gran tamaño, con la superficie roja manchada de blanco. En la cuenca occidental Mediterránea tiene diversos nombres populares cuyo sentido es por sí mismo significativo: la mayoría giran entorno del nombre "pájaro loco", "sabia locura" o en referencia a su acción insecticida como matamoscas, incluso en inglés es conocida como fly agaric. Su principio psicoactivo es el ácido iboténico transformado en muscimol por el proceso de secado del hongo. No hay rastros de su consumo como recurso para buscar una embriaguez sagrada en la zona mediterránea, pero sí hay abundantes pruebas de su consumo lúdico a lo largo de la historia medieval y moderna. Hoy aun tiene un peso muy fuerte en la iconografía mágica e infantil de todo el Mediterráneo norte: se trata de los conocidos enanitos, pitufos o gnomos. Esto permite pensar en un origen prehistórico relacionado con prácticas y creencias animistas dentro de un desaparecido contexto cultural chamánico.
Para la mayor parte de la población mediterránea actual, es desconocida la capacidad embriagante de este hongo y se le considera extremadamente venenoso. A pesar de ello, ha llegado hasta hoy la tradición que relaciona la Amanita muscaria con las dimensiones mágicas u ocultas de una realidad desconocida. De ahí, que los niños urbanos de diversos países mediterráneos aun hoy sigan incluyendo la iconografía del hongo rojo intenso con manchas blancas en su repertorio de dibujos infantiles. Es muy habitual que en los colegios se dibuje el hongo dentro del cual, dicen, habitan los fantásticos gnomos (del griego gnomon, "sabio") o duendes.
Con ello quiero decir que se observa una contradicción cultural, ya que por un lado se trata del hongo considerado más venenoso, pero por otro lado, la gente no le tiene ningún asco, e incluso lo aprecia intensamente: es una imagen muy cercana y cargada de afecto que los niños dibujan muy a menudo para representar el hogar donde viven los maravillosos gnomos y duendes de los bosques.
Por otro lado, en los países de la cuenca mediterránea también es muy frecuente que se fabriquen objetos relacionados con la ilusión, la magia doméstica o la fantasía que tienen la forma básica y el cromatismo inconfundible de la Amanita Muscaria. Las personas que somos de esta parte de la Tierra lo sentimos como algo profundamente familiar y cálido, y los fabricantes de objetos de regalo lo saben y venden muchos objetos con la imagen de este hongo, aun sin saber que se trata de un hongo enteógeno. Todo ello opera por tradición.
En este sentido, con la A. muscaria se observa un fenómeno habitual en la antropología. Todo elemento sagrado, si es suficientemente importante, cuando pierde su espacio central para la sociedad que lo mantenía vivo, casi nunca suele desaparecer en la profundidad del tiempo y el olvido, sino que los símbolos y prácticas que constituían la manifestación del culto sacro suelen pasar a formar parte del mundo lúdico de la sociedad. Se trata de un conocido fenómeno denominado "obliteración".
De entre las manifestaciones más significativas relacionadas con el consumo tradicional de A. muscaria en el Mediterráneo occidental, se puede mencionar la frase hecha catalana estar tocat del bolet, "estar tocado por el hongo", que aun hoy mantiene una enorme vitalidad. En Cataluña, todo el mundo sabe qué significa esta frase tradicional y se aplica a aquellas personas que manifiestan un comportamiento que no se ajusta a los estándares aceptados. Pero no tiene un sentido peyorativo, como podría detentarlo "estar drogado" o "ser un demente". "Estar tocado por el hongo" es una frase que indica mucha simpatía y complicidad, en Cataluña se podría aplicar, por ejemplo, a alguien que esté pasionalmente enamorado y haga pequeñas locuras simpáticas.
Hace algunos años concluí una investigación sobre este tema y el resultado puso en evidencia la relación que existe entre los efectos psíquicos producidos por el consumo de A. muscaria y todo este familiar cosmos cultural relacionado con ello. A raíz de tal investigación, descubrí también -¡y con sorpresa!- que el consumo tradicional de A muscaria en Cataluña y al sur de Francia no tan solo se refleja en supervivencias simbólicas y plásticas, como acabo de resumir, sino que hallé hombres que habitan en las montañas de los Pirineos, las montañas que separan España y Francia, y que todavía hoy se entregan a los efectos embriagantes de este hongo alguna vez al año, durante el período otoñal en que aparece en los bosques de abedul y de pino negro. Desde luego no se trata de viejos hippies, ni de personas interesadas en los enteógenos en el sentido moderno, sino de gente europea que los consume medio a escondidas porque saben que "tal vez esté prohibido porque es como una droga", pero ellos lo aprendieron de sus abuelos y les gusta buscar la ebriedad de vez en cuando por este medio.
Por otro lado, a raíz de diversos trabajos realizados se puede afirmar con bastante seguridad que existe una relación directa entre las sociedades micófilas y los territorios donde crece la A. muscaria. Con alguna importante excepción, en las zonas europeas donde no crece este hongo enteógeno, la actitud tradicional de sus habitantes es micófoba y de desprecio e ignorancia hacia los hongos. Sería demasiado extenso plantear aquí todos los argumentos que apuntan hacia tal paralelismo: es decir, consumo de Amanita muscaria igual a micofilia, pero es suficientemente significativo el hecho de que, a pesar del rígido tabú tradicional que impide el consumo de este hongo, la gente que habita en los territorios donde crece, saben que si en otoño alguien manifiesta un comportamiento muy irregular después de una comida de hongos es probable que se trate de una ingestión accidental de Amanita Muscaria o de otro hongo fuertemente embriagante como la Amanita Pantherina, y no se preocupan demasiado por ello. Estas gentes que aprecian los hongos conocen perfectamente los que son realmente venenos y saben que estos dos especímenes no lo son, a pesar de lo que se diga.
También hay otros hongos enteógenos en la zona mediterránea cuyo consumo tradicional ha dejado algunos pequeños rastros. Básicamente se trata del Psilocybe semilanceata, espécimen que proporciona psilocibina como principio activo. Si bien en la cuenca mediterránea son inexistentes los datos referidos a su antiguo uso, a raíz de los recientes trabajos del Dr. A. Gari se puede concluir con bastante certitud que el Psilocybe semilanceata formaba parte de la farmacopea psicoactiva usada en la cultura popular de las hechiceras medievales españolas.
El indicio de su probable consumo en tales contextos, hoy desaparecidos, se ha extraído de dos objetos usados por las brujas en el siglo XV y XVII. Se trata de dos medallones que muestran la imagen casi inconfundible de estas pequeñas setas acabadas en un pezón, lo cual podrían enlazar también con prácticas precristianas de hechicería.
En uno de estos medallones de cobre aparece un diablo con forma de duende enmarcado por una herradura y que claramente tiene setas a sus pies. Probablemente se trata de la Psilocybe semilanceata. Esta familia de setas enteógenas es muy conocida y consumida en Centroamérica pero, insisto, al margen de estos medallones no hay constancia de su uso en la documentación española sobre brujas, ni tampoco en la tradición oral. Como máximo, resulta muy revelador y apoya tal tesis el hecho de que el nombre popular que tiene la seta en idioma vasco sea sorguin zorrotz ("bruja picuda"), lo cual podría referirse al pequeño pezón que tiene el sombrerillo de este hongo en su parte superior, y a su consumo por parte de las antiguas hechiceras.
En sentido contrario a la Amanita muscaria, el Psilocybe semilanceata es ampliamente conocido en el mundo anglosajón europeo donde tiene el significativo nombre popular de "sombrerillo de la libertad", en referencia inequívoca a los efectos mentales que induce.
También hay otros tipos de hongos psicoactivos con verificados efectos enteógenos que crecen en la zona mediterránea (Panaeolus Cyanescens, Stropharia Cubensis, etc.) pero de los cuales no existe ninguna información sobre su uso tradicional, aunque bastantes jóvenes actuales conocen su efecto y las buscan en las montañas para su propio consumo.
2) El segundo enteógeno que voy a tratar es la hármaga o "ruda siria" en castellano. Es el famoso hârmel marroquí, de donde proviene el nombre científico de la planta. Se trata de la Peganum harmala.
La zona donde más crece y se consume el harmal es en el norte de África, desde Marruecos hasta Siria; es decir, a lo largo de toda la parte sur de la cuenca Mediterránea. Sin duda es el enteógeno mas consumido antiguamente y en la actualidad en toda esta zona de la Tierra. En España también crece esta planta de forma silvestre y en abundancia, y en nuestras tradiciones fue utilizada con diversos fines que voy a resumir.
Ya es algo conocido que las semillas de la hármaga contienen alcaloides beta-carbolínicos psicoactivos en una enorme proporción que puede llegar al 4% de su peso en seco. Hace décadas se descubrió que uno de estos alcaloides, la harmina, es exactamente la misma substancia que contiene la Banisteriopsis caapi, uno de los componentes de la famosa ayahuasca amazónica, pócima enteógena sobre la que también llevo años investigando.
Resumiendo los diversos usos de la Peganum harmala, se puede afirmar que el clorhidrato de harmina es un estupefaciente apreciado en medicina actual para tratar los estados de encefalitis letárgica (aunque lo era mucho más hasta mediados del siglo XX). También se conocen otros usos terapéuticos tradicionales de la harmala ya que es un planta con potentes efectos antihelmíticos, sudorípara y fue usada contra el cansancio físico y psíquico. En Castilla, España, hasta hace pocas décadas se hacía un vino especial a base de macerar las semillas de harmal en vino normal de uva. Con ello se buscaba un estado de ebriedad eficaz contra las frecuentes depresiones anímicas. Es probable que de forma privada se siga haciendo hoy, aunque no hay pruebas de ello.
Por otro lado, en Marruecos y en otros lugares del sur de la cuenca mediterránea existe la costumbre de hervir unos 15 gramos de esta semilla en una mezcla de agua y el 30% de zumo de limón. Posteriormente se deja secar esto al sol y la pasta resultante se fuma mezclada con tabaco para conseguir un estado de extrema sensibilidad y energía sexual.
También en el mismo país magrebí, en Marruecos, se utiliza el harmal para hacer un famoso champú contra la caída del pelo (¡y según se puede observar hay pocos marroquíes calvos!); además se trata de un ingrediente muy importante en ciertas prácticas de brujería de las que todavía hay poco investigado por parte de la ciencia. Así pues, el harmal tiene una gran importancia en la medicina popular de los lugares donde crece, lo cual indica un antiguo y probable uso semisagrado en toda la zona del norte de Africa y parte meridional de Europa, desde España a Grecia.
Tal uso semisagrado, como he comentado, sobrevive en especial entre los marroquíes y árabes donde las semillas de harmal son usadas por las brujas y hechiceras -y en menor grado por la gente en general- para protegerse de los ataques de los demonios y, esto es muy significativo, para protegerse de aquellas personas que hablan mal de los demás. Así, desde Marruecos hasta Turquía las semillas de la P. harmala constituyen una especie de panacea que se vende por quilos en los mercados y que, además de las aplicaciones terapéuticas, es especialmente usada como narcótico que proporciona estados de intensa alegría y agradable sopor.
La forma actual más extendida de ingerir los alcaloides de las semillas de P. harmala en el Mediterráneo sur es fumándolas, y en especial por parte de las mujeres se ingiere el humo que resulta de tirar un puñado de semillas sobre las brasas del fuego doméstico y encima de las semillas poner un pedazo del mineral Alumbre potásico (sulfato de aluminio hidratado), denominado chépba en marroquí: se aspira el humo que produce el conjunto. En principio, el uso de este añadido mineral parece inocuo desde el punto de vista psicoactivo, ya que se trata de un mineral muy poroso que tan sólo tiene una conocida acción bactericida; tal vez sea esta propiedad lo que explicaría que los marroquíes tengan la costumbre de poner un pedazo de Alumbre potásico en el mismo recipiente donde guardan las semillas de P. harmala: evitaría la contaminación de las semillas por bacterias parásitas. No obstante, no podemos afirmar que tengamos una explicación científica a su incineración. A título de hipótesis se podría proponer que se trata de un buen difusor de la absorción de agua y su uso sobre las brasas permite que la semilla queme más lentamente, o tal vez, dada su porosidad actúe de amalgamante.
3) El tercer vegetal embriagante de que hablaré aquí es el llamado "tomatillo del diablo" o "hierba mora". Se trata de la Solanum villosum. Esta planta suele confundirse con la Solanum nigrum y a menudo se hacen comentarios sobre ambas sin la pertinente -y muy necesaria- especificación. La S. nigrum da unos frutos relativamente apetecibles y dulces, de color negro, aunque a veces adquieren tonalidades anaranjadas o marrones, y de ahí las confusiones que se han dado a lo largo de la historia entre una y otra variedad. Por otro lado, el glucoalcaloide que contienen los diferentes tipos de Solanum que crecen en estado silvestres les dan un sabor dulzón y un efecto ligeramente narcótico que ha llevado a que adolescentes de distintas épocas las consumieran con delectación. Una de las variedades de Solanum es la S. lycopersicum, universalmente conocida por sus frutos rojos: los tomates.
Sobre la S. villosum tan sólo se puede afirmar que contiene principios psicoactivos mucho más potentes que sus primas botánicas, y que estos efectos ya eran conocidos por nuestros ancestros griegos y romanos del mundo clásico. El famoso escritor romano del siglo I Plinio el Viejo, nos dejó un escrito donde afirma que no quiere decir nada sobre la S. villosum porque "él se ocupa de remedios y no de venenos", pero -añadió con probable picardía para los entendidos y curiosos- que son suficientes algunas gotas del zumo de esta planta para perturbar la razón, y que los antiguos griegos la usaban como enteógeno: "según dicen -afirma Plinio-, a la dosis de un dracma -antigua moneda helénica- provoca imaginaciones lascivas, visiones fantásticas que parecen reales; una dosis doble una verdadera locura; y a cualquier dosis mayor, la muerte".
Actualmente, he podido recoger algún testimonio sobre una última supervivencia del consumo de este enteógeno en la isla de Mallorca, e ignoro si también se podría hallar todavía en las demás islas Baleares. Algunos campesinos mallorquines guardan las bayas de la S. villosum en botes cerrados y recomiendan con harta insistencia no consumir nunca "tomatillo del diablo", pero ellos la guardan. Esta actitud, manifiesta su conocimiento tácito y su interés por las aplicaciones de estos frutos ya que, naturalmente, en caso contrario no se molestarían en secar y guardar las bayas.
4) El siguiente enteógeno de uso tradicional en el Mediterráneo al que me voy a referir es la familia de las famosas Datura, especialmente hablaré de la Datura starmonium. Esta familia vegetal es prima-hermana de las Brugmansia americanas. En castellano, la Datura stramonium recibe los significativos nombres populares de "higuera de infierno", "berenjena del diablo" y un sinfín más en los que hay muchas referencias a la locura, los diablos y las santas.
La Datura stramonium fue muy, muy usada en las antiguas tradiciones mediterráneas. Se trata de una planta de gran tamaño que llega a medir un metro y medio. Crece en los huertos poco cuidados de toda la cuenca mediterránea, cerca de los vertederos e incluso sobre la arena de las playas más concurridas, al lado de bikinis y de las cremas solares más de moda. Son características sus enormes flores blancas y acampanas, los frutos verdes erizados de pinchos y, muy en especial, el fuerte olor a fármaco que desprende.
Puede afirmarse que el estramonio es una de las pocas plantas alucinógenas que existen, en el sentido riguroso del término, ya que su consumo produce una modificación de la consciencia y de la percepción tan extremas que conduce a la pérdida total de contacto con el entorno del sujeto. Contiene l-hiosciamina hasta una proporción del cero punto cinco por ciento de su peso en seco, y este alcaloide suele hallarse convertido en atropina. Además, a menudo ambos alcaloides van acompañados por ciertas cantidades de escopolamina, otra de las tres o cuatro únicas substancias alucinógenas en sentido estricto (la tercera es la ketamina)
Debido a la importante proporción de alcaloides que produce, el estramonio ha sido muy utilizado en medicina como hipnótico y contra el asma. Durante los últimos siglos, los cigarrillos de hojas de estramonio constituían el remedio conocido más eficaz contra la tos persistente y el asma.
Si hablamos de la historia del estramonio, se puede decir que tiene un origen confuso. Por un lado, se trata de uno de los ingredientes psicoactivos más habituales en las pócimas que cocinaban las brujas medievales mediterráneas y, según algunos autores, es una planta originaria de las tierras próximas al mar Caspio, en el Próximo Oriente. Pero según otros investigadores, se trataría de una planta de origen mexicano que no entró a Europa hasta el mil quinientos setenta y siete, pasando por España y de la mano de los colonizadores. De ser cierta esta segunda hipótesis, deberíamos concluir que el consumo de estramonio se difundió con una extraña y extraordinaria rapidez por toda la cultura popular y mágica europea. No voy a insistir ahora en detallar más esta discusión sobre su origen, pero es importante, ya que si realmente se trata de una planta americana llevada a Europa durante los primeros viajes trasatlánticos en la época de la colonización, implicaría que en Europa existía una red de intercambio de conocimientos sobre enteógenos mucho más sólida y eficaz de lo que hoy se supone.
Sigue segunda parte...